Hosh: Rap in Ibiza

Escuchar
(Ibiza)

Hosh, HCO. Golden Boys

Estamos de vuelta y os invitamos a dar un vuelta por la historia del graffiti en Ibiza, mientras conocemos la historia del escritor activo más longevo de la isla. Se llama Hosh, empezó a pintar en 1991 y es componente de las crews Hawaii Computers y Golden Boys.

Esperamos que os guste. 

Sabéis que podéis escucharnos en Ivoox aquí y entre otras plataformas.  También podéis dejarnos comentarios y opiniones y de esa manera ayudarnos a mejorar. ¡Gracias de antemano y saludos!

Orígenes

Empecé escribiendo “Josh” con J como abreviatura de Joshua, mi nombre. Aunque mi primer coqueteo con el spray fue escribir “microondas” porque lo primero que vi fue el documental “Pintadas” de Muelle. Yo no tenía nada de información así que cuándo vi ese documental y vi que ponía su firma como un muelle, dije “¡hostia! ¿Y si lo adapto a un microondas?” Y lo pintaba con un enchufe.
De hecho a veces hasta dibujaba esquemáticamente un microondas con un pollo dentro. Muy rudimentario.

Spray, Sa Caleta, 86-87. Foto del 91

Pensé :“hostia, tiene que haber un Rap en Ibiza” y me lo hice por la noche, ilegalmente, junto a un amigo, en la puerta del cine Serra. Muy improvisado, ni siquiera llevaba boceto… imagínate.

Primeras pintadas en Ibiza

De pequeño iba bastante con mis padres y con mis amigos a la playa de Sa Caleta. Allí había una zona militar y en ella, pintadas de break dance, un spray… Yo no sabía muy bien porque estaba eso ahí. Estoy hablando de mucho antes de que yo empezara, antes del 91, en el 86-87.
Esas eran las primeras pintadas que hubo en la isla. De hecho creo que son de gente de Barcelona. He intentado buscar las fotos porque aunque en esa época no tenía cámara, sé que hice fotos más tarde, pues duraron muchos años. Tengo que tener lo negativos de las piezas. Si los encuentro intentaré identificar quiénes eran.
Me acuerdo perfectamente de que había un spray y que no era muy grande, pero estaba súper bien hecho. Estaba pintado con los spray de la época, se veía el trazo clásico como de primera intención. El marcado y rellenado. El spray llevaba un corazón y alrededor ponía cosas de breakdance, de breakers….

Eran de gente que habría venido a ver a la familia, o que tenía amigos y veraneaban en la isla, algunos breakers de fuera de Barcelona que han estado por aquí. Esos son los primeros recuerdos que quedaron grabados en mi retina.

Rap in Ibiza, Hosh 1991

Luego, más adelante- te hablo de años después empecé con el skate. y ya era más mayor, tenía un conocido, un colega que ponía “CONS” que hizo las primeras piezas en Ibiza centro. Paco -yo no supe la historia hasta más tarde- veraneó en Galicia, vio algo pintado que ponía Cons y el tío le copió. Llegó a la isla y se pegó dos o tres piezas.


Al tío no le salía mal la verdad pues trabajaba en un sitio de rotulación y tenía mano con tipografías.

En esa época se hacía todo bastante a mano. Después de hacerse un par de piezas, toda la gente empezó a hablar de eso. Él era 3 años mayor que yo y como le conocía, me puse en contacto con él. Le fui a acompañar a pintar las siguientes piezas. Él me llevaba a los sitios y yo le vigilaba con la promesa de que le ayudaría a rellenar, pero me engañaba y acababa por no tocar ningún bote. Solo me quedaba ahí vigilando. Hasta que un día, me decidí a hacerlo yo. Así que cogí y me hice mi primera pieza en el 91.
Recuerdo perfectamente que me hice un “Rap in Ibiza” porque estaba el “Rap in Madrid” y me molaba mucho, la carátula, la música, todo. Pensé “hostia, tiene que haber un rap en Ibiza”. Me lo hice por la noche ilegalmente junto a un amigo, en la puerta del cine Serra. Muy improvisado, ni siquiera llevaba boceto… imagínate.

No drugs, TBP, 93

Materiales

Era una inversión y encima los Novelty comparado con Spray Color cubrían bien.Hubo un tiempo en que pintaba casi todas las piezas con los mismos cuatro colores que tenía. Un verde máquina azul, un grisáceo.. colores que quedaban engamados..

Yo tendría ahí 15-16 años, las primeras veces acompañaba a robar a Cons que tenía más calle, pero a mí nunca me ha molado robar. Nunca he servido para eso, así que iba a acompañarle pero no robaba. Yo intentaba ahorrar pasta y me compraba uno o dos botes y tiraba de pintura plástica. Bueno hacía lo que podía.
Las primeras veces, gastaba muy poco porque a veces contorneaba y para mí eso ya valía y rellenaba de aquella manera, como un medio flop. Luego más adelante ya empecé a reunir mas sprays.

También íbamos a droguerías antiguas. Al principio pintaba solo con Spray Color pero luego encontré Novelty, gracias a que un chaval de Mallorca -Bosso- vino y se fue por el Puerto Viejo buscando droguerías. En una de ellas encontró los Novelty, y aunque solo tenían unos cuatro o cinco colores, consiguió que nos la vendieran súper barata porque no se vendían..

Cuando me enteré conseguí dinero y me los compré todos. Me hice con un arsenal, porque nos lo dejó a un precio ridículo como si ahora pudieras comprar los botes a dos euros. Era una inversión y encima los Novelty comparado con Spray Color cubrían bien. Hubo un tiempo en que pintaba casi todas las piezas con los mismos cuatro colores que tenía. Un verde máquina azul, un grisáceo…colores que engamaban.

Stop the Racism, TBP. 1994

Fuentes

En ese momento no se veía nada mas, lo poco que había salía en los vídeos de skate. Más adelante emitieron algo por la tele, pero estaba un poco perdido en mi mundo, descubriéndolo poco a poco, atando cabos, porque desde pequeño ya me había llamado la atención las pocas cosas que había visto. Me acuerdo del anuncio Schweppes- donde alguien salía haciendo la “corriente”-. Son pequeños flashes de imágenes que iba intentando encajar en el puzzle, pero faltaba información para relacionarlas bien. Era una lluvia de cosas guapas. Luego veía el programa Tocata, porque me encantaba el break dance. En mi colegio había breakers, un poco más mayores que yo y flipábamos con ellos.. Intentábamos seguirles el rollo.

Rap, TBP. 1994

Iba creando poco a poco una iconografía de cosas que me gustaban, pero no tenía mucha conciencia. Tampoco entendía lo que veía y pensaba que una producción se hacía una vez y no se volvía a pintar a lo mejor en seis meses. No tenía ese concepto de continuidad, de repetición de tu nombre, por eso cada vez ponía cosas distintas como “Rap in Ibiza”, “desaprender”.
Eran movidas que nos venían a veces de películas, de Spike Lee, por ejemplo. Recuerdo “Do the Right Thing”. Ponía frases así. O después de ver “Colors” pinté un “Colors”. No tenía consciencia de poner el nombre. Y es curioso porque no la tuve hasta mucho más tarde. Del 91 al 93- 94 hice el gilipollas con el spray.
Un día ponía una cosa, otro otra.
Cuando me juntaba con otros colegas, íbamos a pintar sin mucho plan, era todo muy anárquico, libre. Podía empezar a marcar yo, y rellenar los otros o al revés. Estábamos solos -porque Cons no pintó más- y en el 93-94 creamos un grupo TBP (The Black Panthers), Panteras Negras. Recuerdo que vi la peli Malcom X, y me dejé la perilla porque yo quería ser como él. Era un chaval de 17.
En la isla, en el 92 (más o menos) los sábados por la mañana en el canal autonómico de televisión, cuando en otros lugares normalmente te ponían una cortinilla o te repetían un documental, a nosotros nos ponían la MTV en directo y la mañana de los sábados, emitían el programa era MTV Raps! De ahí saqué un montón de información, tanto de música como de las pintas. ¡Me explotaba el cerebro!

I’m myself. 1994-1995

La ciudad

Solíamos pintar en las obras, o en descampados grandes. Había una fábrica de cemento, y varías otras zonas donde no estaba mal visto pintar. También pintábamos en las casetas de la luz.
Alguna vez tenías que correr de la poli y alguna vez había algún marrón, pero la mayoría de las veces podíamos pintar tranquilamente y la gente, al no saber casi pintadas, no se preocupaban.
Una vez me pillaron pintando una caseta de estas de luz grande y le dije al policía que me quitase la multa y borraba la pieza. Me quitó la multa después de blanquear lo que pinté delante de él.

Contacto con escritores de fuera de la isla

En la isla, la sanidad funciona mal y antes era peor, y para algunas cosas te mandan al hospital de convenio en Mallorca. Una de las veces que fui al médico pasé por la tienda (no sé si Ovas ya trabajaba allí, no tengo un recuerdo claro,) y a partir de ese momento pude pedir algunos fanzines.
A partir de ahí con ese pequeño contacto, recibía el fanzine que hacían Kain y Tomás, se llamaba TCT, incluso algún Game Over y también las maquetas de entonces. Así que cada cierto tiempo, me enteraba de cosas que salían a través de la tienda e intentaba estar un poco conectado porque aún ni siquiera había estado en Barcelona.

TCT magazine, 1991

Por otro lado, he tenido contactos de forma espontánea en la isla, coincidencias súper interesantes. Por ejemplo, recuerdo, que en el 94 o así vi mi primer wild style en directo. Era de Timer de los EDK de Ginebra, un grupo clásico que tenía un estilazo ya en la época. Vi una pieza enorme, súper grande, con un montón de colores y me explotó la cabeza.

Timer, EDK, 1995


Antes de ver esa pieza, yo trazaba primero y luego rellenaba, porque así lo hacía Cons, y era mi única referencia. El chaval trazaba y hacía la línea de marcar usándola como trazo y se acercaba mucho con el relleno. Ese primer trazo quedaba medio sucio pero no recuperaba la pieza con el trazo. La dejaba tal cual.
En cambio la pieza de Timer tenía una limpieza… me di cuenta de que lo había hecho de otra manera, porque las conexiones, las flechas de finas a grandes, todo era brutal. Me quedé impresionado más que con la pieza en sí, con cómo lo había hecho. Me impactó como las líneas estaban hechas de un trazo, todo súper limpio y ahí me dije “hostia estoy haciendo algo mal”

Bosso y Hosh

La pieza duró un montón de años. Pintamos al lado, y la respetamos porque era la mejor pieza de la isla.
También vi unas pompas de Tony000, más o menos en el 92 , cuando estuvo por Baleares. Se pintó un par de piezas en Formentera e Ibiza. Una cosa guapa para la época, una especie de throw up: una especie de máscaras con unas movidas en una pared virgen. Eso siguió allí, no lo borraron y a partir de entonces se abrió un Hall of Fame donde empezamos a pintar.
En el 96 fue cuando empecé a pintar con más conciencia, porque del 91 al 94- 95 pintaba con los colegas y tenía algo de información de fanzines, pero era todo muy primitivo. En el 96 decidí irme a vivir a Madrid porque quería estudiar algo y aquí no había ninguna facultad. Solo podía estudiar turismo. Quería probar con Bellas Artes, una excusa para salir de Ibiza.

Joven Hosh

Madrid 

En Madrid lo que hice fue descubrir el graffiti.

Pensé un sitio donde hubiese graffiti y tiré para Madrid. Allí tuve la suerte de que en la escuela de arte donde hice bachillerato artístico también estudiaba Suso33. Él hacía animación -si no recuerdo mal-, un módulo o un ciclo superior y yo estaba haciendo bachillerato artístico. No coincidimos en clase, pero como llegué con mis rastas y mis pintas, nos conectaron rápido.
Era Suso en su momento Reyes del Mambo. Imagínate, en el 96, estaban petándolo. Ahí empecé a darme cuenta de lo que era el graffiti. Me quité la venda de los ojos: lo que estaba haciendo hasta ese momento no tenía nada que ver con lo que se estaba haciendo allí.

Hosh-Suso. Ibiza 2016

A pesar de ser un toy, Suso me trató muy bien desde el primer día. Me sirvieron un montón todos sus consejos, lo que podíamos hablar, conversaciones de colegas, hasta el punto de que lo considero mi mentor.
Ha sido una pieza clave en mi trayectoria.
Con Suso, de hecho, solo fui una vez a pintar. Me llamaron para ir con ellos a pintar a la hidroeléctrica. Al llegar allí vi las piezas que tenían… algunos ya las tenían empezadas y solo tenían que trazar. Jabo tenía que acabar el trazo. Yo me iba a marcar un personaje, pero me senté a mirar y es la mejor decisión que he tomado en mi vida porque si no habría quedado como un toy. Me senté, para disfrutar como pintaban, para ver cómo metían los trazos, cómo acababan las piezas y tuve suerte porque cuando estaban acabando, vino la poli y no me quitaron nada.
Recuerdo ese día perfectamente, porque quedamos en el Barrio del Pilar, el barrio del Suso. Yo esperaba que los Reyes del Mambo iban a ser rollo rapero. Pensaba “si les mola el graffiti, les mola el rap como a mí”. Pero no, iban todos con melenas, ropa estrecha.
Nos metimos en el coche y pusieron Kiko Veneno. Todos cantando sus canciones. Me cayeron de puta madre. Los vi súper naturales, y me rompieron los esquemas de la peli de graffiti que me había hecho: vestir ancho, MTV Raps, etc..
Me flipó.
Encima eran mayores que yo, ya tenían una experiencia y ese día fue de puta madre, uno de los mejores días de graffiti de mis principios.
Aparte de eso, en Madrid pinté varias veces pero con los Reyes del Mambo solo fui esa vez.

De pintar, pinté en todos lados, pues resulta que la escuela de Menéndez Pelayo a la que iba estaba al lado del puente de Pacífico, donde veía piezas del Glub, como la del caballo. También había piezas de otra peña, muchas piezas guapas.
Una vez me hice una pieza allí y me duró, no sé si tres días. Me quedé flipado porque en Ibiza me duraban hasta que se caía la pared. No me conocía nadie y se juntaban muchos factores, el tipo de pieza, donde la había hecho.. Me tapó alguien pero no sé quién. También tenía unos colegas del mismo instituto que eran de Aranjuez y me habían llevado a sitios al extrarradio de Madrid.
En Madrid no llegué a estar ni un año entero, sólo el año que estudié allí, y encima viajando a Ibiza para ver a mis padres.
En Madrid lo que hice fue descubrir el Graffiti.
En Alcorcón te encontrabas todas esas manzanas pintadas, recuerdo ir solo a hacer fotos. Esa información la guardaba como si fuera oro. Mis primeras explosiones de color, de fliparlo, de estilo, de todo, fueron en Madrid porque además vi ese momento de Alcorcón, de Torrejón, de Móstoles…
Nunca había ido a ninguna jam y mi primera fue la de Alcorcón en el 96, con Mode2, Echo, Suso etc. toda esta peña. Incluso ahí conocí a los Adictos. Yo pensaba que el break había acabado con el programa Tocata, pero ahí vi que estaba a tope.

Flyer Jam Alcorcón 1995

(Audio con la perspectiva de Suso sobre esa anécdota.)

No intercambiaba fotos, pero sí mucha música. Antes de viajar a Madrid, conocí a Kike un dj del Jamboree en Ibiza- en ese momento, con 15-16 años no pensaba que iba ir allí nunca- en Ibiza, nos caímos bien y nos intercambiamos un par de cintas. Las suyas bien mezcladas, y las mías, canción tras canción. También hacía lo mismo con una amiga de Valencia que le molaba el rap.
Nos enviábamos cintas de música para poder intercambiar música y las oías todos los días, las “fundías” y era increíble cuando te llegaban nuevas.
No intercambiaba fotos, porque tenía los fanzines que me llegaban de Mallorca, y ya estando en Madrid empecé a ir a TribUrbana y a tener más accesible el material.

Josh

El hecho de salir de la isla hizo que todo empezase a ponerse en su sitio. Al volver a la isla, ya tenía un nombre: “Josh”. Ya no hacía piezas de grupo, y me interesaba poner mi nombre, empezar a buscar una estética.
Al poco tiempo me fui a Barcelona a vivir porque echaba de menos el mar. Encima en Madrid vivía en Las Ventas y no me acababa de acostumbrar a la ciudad.
Fui ahí en el 96, con rastas, y no te hablo de la gente del graffiti, pero por ejemplo, la gente de mi portal se cambiaban el bolso de lado cuando me veían. Y cada día algún compañero me preguntaba por el pelo, por las pintas, por Ibiza.. y no me acababa de acostumbrar al rollo de Madrid.
Mientras tanto, cuando volvía a la isla desde Madrid pintaba a tope.
Dos o tres años después de crear nuestro grupo, habían empezado a salir otros grupitos de chavales que pintaban pero también con el mismo esquema de pintar entre todos. Quizás ya se hacían más piezas, pero no tenían el mismo concepto que yo de ser escritor activo. El concepto de la península no había llegado. Así que yo iba para un puente de tres días, con tiempo libre, sitios y con la idea de que me duraban las piezas y me hacía cuatro o cinco. Estando fuera parecía que vivía más en Ibiza que la gente que realmente vivía allí.
La mayoría de mis colegas lo habían dejado, algunos para siempre, así que pintaba solo.

Barcelona

El curso siguiente, en el 97, llegué a Barcelona y ahí también lo flipé, pero de otra manera y también me pasaron cosas curiosas.
En Barcelona iba a veces a comprar al Bunker y claro, nadie me conocía. Preguntaba por zonas para hacer fotos de graffiti con toda la inocencia, de la manera normal, como un turista que va a un sitio.
Fui a Llacuna, Poble Nou, algunas rieras como la de Cornellà que estaba súper pintada con piezas de Fasim, Vino, Pie etc., y me pasó lo mismo que en Madrid cuando iba a Alcorcón.
Cuando empecé a ver los sitios y vi cuánto estilo diferente, cuánto nivel había aquí- porque una cosa era verlo en fanzines y otra verlo en directo- flipé. Para mí era un cambio abismal, porque así es como aprendías, cuando veías la escala de las cosas, el trazo o como la peña metía su relleno…
Me flipaba todo. No sabía dónde pintar porque todo era increíble.
Un día coincidí con Zosen y Dams, otro día conocí a Hask, humilde como es él. Iba conociendo gente así, me iba a pintar y coincidía con ellos.
Un día ojeando el Game Over, vi que habían publicado una pieza mía, pero en vez de poner mi nombre ponía un puto interrogante. ¿De qué me servía salir si nadie sabría de quién es la pieza? Me fui al Bunker medio indignado y le pregunté a Moockie qué había pasado. Me dijo que no había logrado leer lo que ponía.
Así nos conocimos, quedamos para pintar y nos caímos de puta madre.

Game Over, Barcelona 99′
Breakers Revenge, 1999

Así nos conocimos, quedamos para pintar y nos caímos de puta madre.
Poco a poco fui conociendo a mas gente, y empecé a pintar con ellos. Luego iba al Jamboree e iba viendo a la misma gente. Hasta que un día fui al garaje (parking de Plaza Catalunya) donde entrenaban los Adictos y empecé a ir todos los días porque me molaba mucho lo del break dance. Yo bailaba, pero ellos tenían un nivelazo. Incluso llegué a ir una vez al Battle of The Year en Alemania, a Dortmund en el 99.

Hosh, Addictos y amigos en BOTY 99′

En Barcelona al principio vivía por Mercat Nou, por la parada de metro de Santa Eulalia y desde allí veía algún metro y tren pintado. Me flipaba el tema de los trenes porque en Ibiza no habían, pero no tenía ni idea de cómo iba la cosa y primero tenía que enterarme.
Lo que me flipaba de Barcelona era que había mucha libertad, que había muchos estilos en ese momento. Art Attack, que cada uno tenía su rollo, los Bandits, vosotros, un montón de gente que tenían su línea y todas convivían. Barna ha sido más abierta y había buena relación en general entre los escritores. En Madrid eso pasaba por zonas, había muchas reglas. Todo parecía un poco más complicado, pero no todo era así, eso es generalizando.

Barcelona 99

Las zonas de Barcelona que más recuerdo eran Pueblo Nuevo, Llacuna, la zona de la playa de la Barceloneta y algún parque en Hospitalet. Antes de la ley cívica de Joan Clos se pintaba en todos lados, luego ya tuvimos que buscarnos sitios, y pintábamos mucho en rieras.

Barcelona, 1999

Primer tren

Mi primer tren me lo hice con Issac, el primo de Saturno, Fero y unos chicos de Hospitalet. A Isaac le conocí, porque también bailaba, en el garaje, y hablando decidimos ir un día a pintar y nos fuimos de locura a pintar un cercanías. Fue un salto, y ni siquiera lo pude acabar del todo porque no me dio tiempo a meterle brillos. Tuvimos que correr pero la sensación me flipó y dije tengo que meterme en esto pero hacerlo bien. Luego ya conocí a Rocky -Zent- que ya estaba súper activo en el tema de los trenes. También coincidí con Nozam durante una temporada. Pero eso ya sería en el 2000.

Barcelona 99

Para mí, la motivación era salir fuera de la isla para conseguir mi lugar en el graffiti, en el esquema general. Ahí era donde yo ponía la mirada, en el panorama nacional pero sin forzar nada, simplemente iba haciendo lo mío y se iban dando las cosas.

Estilo

Yo de bombardear, throw ups y demás no he sido mucho. He sido más de piezas, complejas o sencillas, pero piezas.
Es una cosa a la que he dado vueltas últimamente, porque he vuelto a las cosas que hacía antes, a lo antiguo. Pero en general he hecho en cada momento lo que me ha apetecido, porque en Barcelona, pintaba más, y más rápido y tu instinto tira por un estilo, pero a veces miras atrás y veo que lo hacía antes quizás me gustaba más y ahora intento juntar todo eso.
Mis influencias han sido muchas, en especial Suso, por su rollo, su manera de entender el graffiti, el dibujo, incluso de sus formas. Con él se me abrió un campo muy bestia. Biz es otro escritor que me ha influido indiscutiblemente, pero no sólo a mí sino a toda Barcelona. Inupié y Vino también.
Para mí, la motivación era salir fuera de la isla para conseguir mi lugar en el graffiti, en el esquema general. Ahí era donde yo ponía la mirada, en el panorama nacional pero sin forzar nada, simplemente iba haciendo lo mío y se iban dando las cosas.

Ibiza, 1998

Después me han pasado situaciones curiosas, como por ejemplo estar en Ibiza un invierno y recibir un mail de All diciéndome que venía el Hosm de Tats Cru y que si me lo podía llevar a pintar por ahí. Imagina pasar un día con un pavo de Nueva York en Ibiza en diciembre, cuando no había ni turista ni nada abierto, nada qué hacer… pues nos fuimos toda la noche a pintar por ahí. Y así de repente tenía un colega de Nueva York, de una manera inesperada.
Gente que pinta a la isla ha venido mucha, vienen muchísimos turistas, pero la gente que viene no lo hace en esa época del año, porque la peña viene más de fiesta. Una vez, incluso estuvo aquí CES de Nueva York y se pintó una pieza.
La mitad de la peña que viene, no pinta porque la noche les confunde o lo que sea, y a lo mejor vienen tres o cuatro días y es difícil encontrar un sitio.
Bueno, ahora no, pero antes era difícil encontrar la tienda donde comprar pintura. La gente venía a otro plan, venía poco tiempo. Algún guiri sí que viene a pintar pero la gente que para en la isla, poca.
Ahora con Instagram, en verano siempre vienen escritores preguntando dónde pueden pintar o queriendo quedar para pintar, pero en el 94 o 93 no, no había tanto.
Ojalá hubiese habido más, porque nos habría ayudado.

Barcelona 99

Viajes

He hecho bastantes viajes, pero muchos han sido para matar dos pájaros de un tiro. Empecé a hacer Capoeira en Barcelona gracias a los Adictos. Ellos tenían un maestro de capoeira que les enseñaba acrobacias para sus espectáculos. La clase me flipó, conecté con esa cultura y empecé a profundizar un poco y eso me hizo viajar para participar en eventos donde aprovechaba para pintar. Me iba dos días más y pintaba en Bélgica o en Suecia, o donde fuera. A Brasil he ido seis o siete veces y también he pintado. Allí, como a veces estaba ahí dos meses pues me daba para hacerme algún tren y alguna pared. Siempre he intentado juntar mis dos pasiones.
Allí he pintado en favelas que también molaban porque es lo contrario de lo que parece. En una favela es donde más seguro pintas, porque no entra la poli. Bueno siempre y cuando conozcas a alguien pero es súper seguro. No entra la poli y la gente te pone luz. Te lo pasas de puta madre si vas con alguien que conozcan.
Entrenaba y pintaba solo, a no ser que conociera a alguien, como por ejemplo la gente que venía de Estocolmo a visitar Barcelona, como mi amigo Casio. Muchas otras veces iba con un colega de Barcelona que también hace capoeira. Normalmente cuando he ido fuera no he sido mucho de quedar y si he tenido el tiempo, me he buscado la vida.

Barcelona, 2007

Problemas

He tenido fugas, por ejemplo en Estocolmo se nos ocurrió ir a pintar un metro con Casio. Hicimos un backjump y tuvimos que salir corriendo. La historia es que Casio nos dijo que la cochera se veía desde su casa, y que se había pintado 100 metros ahí y nunca le había pasado nada. Yo no lo veía claro, pero el tío estaba súper convencido. Además fuimos de día y teníamos entre 15 y 17 minutos para pintar. Al final decidimos ir, nos pusimos a pintar y de repente me encontré a un fast security en cada extremo. Uno en el morro, otro en el culo y nos rodearon. Casio llevaba pasamontañas, pero nosotros no. A mí ya me habían pillado una vez en Barcelona y ya no quería dejarme pillar nunca más. Pensé “si me pillan, les voy a hacer sudar”. Enrolle la bolsa de tela de los botes y les amenacé moviéndola como un remolino. Les gritaba: “si te acercas, te la lanzo”. Me dejaron pasar y el tío fue directamente a por Casio que se quedó parado. Lo pillaron a él y mientras eso pasaba nos pudimos escapar. Nos libramos por poco.
Luego lo demás son las típicas aventurillas. En Bélgica para pintar un tren, tuvimos que pasar la noche dentro de uno. Nos levantamos muy temprano para pintarlo y vimos pasar gente en bicicleta que estaban viéndonos pintar.
No son marrones, porque tampoco me la jugaba. Cuando estás fuera, te da un poco más igual.

El marrón de Barcelona

Fue mi décimo tren, casi cuando empezaba a pintar trenes. Pasó en Massanet y fue muy gracioso, porque la movida fue de película.
Resulta que no se nos ocurre otra cosa que ir el día de San Juan a pintar a Massanet. No sabíamos que era San Juan, pensábamos que era un día entre semana normal, pero resulta que era San Juan y caía en un miércoles o en un jueves. De haberlo sabido, no hubiéramos ido. Encima, ese día no íbamos en coche con ningún colega y creo que fuimos hasta Hostalric en tren y desde ahí fuimos caminando por las vías, unas 2 horas. Estábamos super motivados, y como llegamos temprano, nos fuimos a la montañita para hacer tiempo. Llevábamos un montón de pintura, creo que ese día queríamos hacer wholecar desde andén.

Rocky y yo bajamos cuando consideramos que no había nadie y se podía pintar. Empezamos a marcar, y justo cuando estoy con mi primera letra, al principio de la pieza, escucho un ruido de latas en el suelo, o piedras o como si alguien se hubiese tropezado. Le digo “oye tío, he escuchado algo” y me contestó “es un erizo”. Yo como un gilipollas le hago caso. Un erizo, en una cochera, a las 2 de la mañana… pero teníamos tantas ganas de pintar, que no queríamos parar. Supongo que pensó que era una paranoia mía. Seguimos pintando y cuando ya llevamos unos siete u ocho minutos se abre la puerta del medio del vagón y sale un seguridad gritando. Salen dos de repente del vagón y uno de cada extremo. “¡Me cago en la puta!”
Tiramos los botes y empezamos a correr, -todos los botes en el andén para el wholecar con personajes que queríamos hacer- ¿y qué pasó? Uno de los que salieron sacó una pistola y lanzó un disparo al aire. Y ahí veo que Zent, que estaba corriendo delante mío, saltó como si esquivara el tiro y se escapó por la carretera. Claro, como él había ido por ahí y había tenido que esquivar a uno, yo tuve que ir campo a través y me quedé atrapado en unas zarzas. En un momento dispararon dos tiros al aire y con el segundo me cagué, porque lo escuché cerca y encima estaba de lleno en las zarzas y aunque iba corriendo se me iban enganchando los pies, así que me quedé ahí y me escondí. Al poco me encontraron y me detuvieron.

La cosa es que no me llegó el juicio. Esto fue muy curioso porque no me llegó ni en un año ni en dos ni en cuatro. Cuando ya pasaron cinco años pensé que iba a prescribir, y a todo esto seguía pintando, seguía haciendo vida normal. Al principio estuve unos seis meses acojonado pero luego me dije que no podía estar esperando. Esa fue la única vez que me pillaron.
Lo fuerte es que un día fui a renovarme el DNI. Yo había ido cambiándome de pisos, la vida de estudiante, y cuando fui a renovar el carnet, resulta que estaba en “busca y captura” porque no llegaban las cartas de citación a mi domicilio. Así que me detienen y me llevan a comisaría, donde pasé la noche en el cuartelillo solo para dar mi nueva dirección y poder estar comunicado. Recuerdo que era el 23 de diciembre, porque me iba de viaje a Ibiza a pasar las navidades y perdí el avión.
Siguen pasando los años, y después de 10 años, me llega una citación para el juicio y ya no vivía en Barcelona.
El juicio se celebraba en Girona, y cuando llegué al despacho de abogados, el abogado de mi caso se acordaba de mí a pesar de que hubieran pasado tantos años.
Al llegar al juicio, la abogada de Renfe me estaba esperando en la puerta, antes de entrar a juicio, y me dice: “mira, si no te importa vamos a suspender el juicio. Tú quedarás totalmente libre para no pagar los gastos, porque el testigo que disparó y testificó contra ti, falleció hace tres años. Los otros dos seguridad ya no trabajan en la empresa y no quieren hacer de testigo.”
No tenía a nadie que pudiera testificar en mi contra. Al final acabó bien la cosa porque me libre de todo. De todas formas, es muy loco que un seguridad dispare al aire, y además, me pidieron el DNI y me retuvieron esposado en el suelo hasta que llegaron los Mossos. Elloss se pusieron de mi parte porque la detención no era correcta.
De todas maneras, me salió bien. Yo no me considero ni de lejos un escritor de trenes pero sí que he hecho algunos, los justos para saber lo qué es y pasármelo bien.
Es una cosa que hay que hacer si te motiva, pues te aporta bastante.

Yo quería pintarme un Redbird, pero ya no estaban en circulación, sólo se usaban para desplazamientos de los trabajadores. De todas formas quería ver si los encontraba en alguna cochera aunque no circulase. Fui a ver las cocheras y vi una estación que creo que sale en Guerra de Estilos. Me encantó ir hasta allí y ver los tags y pompas antiguas del Seen. Me dije “ hostia, esto es una señal. Aquí tengo que pintar”.

Metro NYC, 2007

Metro de Nueva York

Cuando cumplí los 30, me dije que era la excusa perfecta para ir a Nueva York. Fui con mi pareja, le dije lo que pensaba hacer. Estuvimos de vacaciones once días y los dos últimos los reservé para mirar cómo estaba el sistema, a ver dónde se podía pintar. Fue perfecto, la verdad, lo pinté sin problema e incluso pude grabarlo. Eso fue en el 2O07.
Hablé con All, que estaba allí y le pregunté. Me dijo que no sabía cómo estaba el resto de la ciudad, porque él había pintado en el Bronx porque estaba menos controlado. Es una zona menos cara y hay menos seguridad, policía y sistemas de vigilancia. Me contó de un par de finales de línea y esos datos que tenía me sirvieron.
Yo estaba en Brooklyn, en casa de una amiga de capoeira y desde allí viajaba e iba mirando. Yo quería pintarme un Redbird, pero ya no estaban en circulación, sólo se usaban para desplazamientos de los trabajadores. De todas formas quería ver si los encontraba en alguna cochera aunque no circulase. Fui a ver las cocheras y vi una estación que creo que sale en Guerra de Estilos. Me encantó ir hasta allí y ver los tags y pompas antiguas del Seen. Me dije “ hostia, esto es una señal. Aquí tengo que pintar”.

Barcelona, 2007

Miré horarios y vi que los domingos por la mañana había muy poca frecuencia de paso. Cada 15 minutos salía uno. Así que decidí pintarlo por la mañana en vez de por la noche y en vez de cochera, pintarlo en andén. Tenía 15-17 minutos para pintar. Vi un sitio desde donde se podía grabar bien el puente y me salió redondo.
Tuve que pasar toda la noche despierto por el Bronx, fui a las 11:30 y pinté a las 7 de la mañana. Me bajé una estación antes y caminé, sólo con mi mochilita de botes y encontré un bar marroquí donde me tomé un té. Allí con mis pintas y mi barba no desentonaba y estuve hasta que cerraron.

Pinté con gente dentro del vagón, que no me veía excepto si se levantaba y miraba por la ventana, pero no pasó.Tenía que encargarme de acabarlo y de grabarlo. Recuerdo los nervios mientras grababa, comprobando si le había dado bien al rec, a la vez que miraba el tren “rulando”.


Recuerdo que iba caminando, estaba oscuro, y a veces era chungo. No se veían apenas blancos. Encontré el punto que me gustaba en el andén y esperé al momento oportuno.
Es curioso como con la adrenalina y la mística de que estás pintando el metro de Nueva York te hace pintar de manera distinta. Yo normalmente marco, luego relleno y ya sabes, pero a veces por esos factores cambias el proceso. Me acuerdo que pensé “primero lo acabo todo y luego le meto brillos. Sabía que a los 15-17 minutos se iba, y si arrancaba y se iba, nadie iba a creer que lo hubiese pintado y encima yo lo quería grabar.
Pinté con gente dentro del vagón, que no me veía excepto si se levantaba y miraba por la ventana, pero no pasó.Tenía que encargarme de acabarlo y de grabarlo. Recuerdo los nervios mientras grababa, comprobando si le había dado bien al rec, a la vez que miraba el tren “rulando”.
Cuando terminé, salí de la cochera, caminé y pillé un taxi hasta la otra estación. Tan sencillo como eso.
Yo era colega de How, de cuando vino a Ibiza, y también le pregunté sobre el metro cuando fui a la ciudad pero no quiso hablar de este tema porque había tenido marrones y me dijo que era algo imposible en ese momento. Estaba muy mal la cosa y que él no podía hablar de esto ni siquiera por mail.
Me presenté en su oficina con la cámara, la grabación y nos partimos de risa.
Es una sensación de completar un capítulo. Me quedé a gusto, sobre todo porque lo pude compartir a la vuelta con los míos.

Ibiza

Yo vuelvo a Ibiza en el momento perfecto porque ya tenía una hija de un año y me apetecía volver, facilitarme un poco el trabajo, el colegio de la niña y todo. Tenía muy claro ya lo que quería del graffiti, lo que me gustaba y en realidad me daba igual si era Ibiza o Cuenca porque ya me había nutrido del graffiti.

¿Qué hubieras hecho de otra manera?

Bueno, aquí en Ibiza pinto donde quiero, el tamaño que quiero y con los colores que quiero. Tengo un carácter tranquilo y a veces prefiero estar guay con los colegas y no discutir por colores para no romper el equilibrio. Aquí tengo total libertad y eso también te hace crecer.
También pienso que siempre se puede haber hecho mejor y que cuando he estado más activo, tendría que haber dibujado más, porque pintas mucho y te faltan horas de dibujo. Otras en cambio dibujas y parece que tendrías que pintar más. Aún así yo siempre seguí mi instinto y no me arrepiento porque he hecho lo que me ha pedido el cuerpo.

Hawaii Computer lo creó Kos… Me dice algo así: “las computadoras electrónicas te han seleccionado para formar parte de una crew llamada Hawaii.”

Hawaii computer y Golden Boys

Hawaii Computer lo creó Kos. Yo no lo conocía, pero me sonaba haber visto algo de él en Terrassa. De repente, un verano veo cosas de Paco y de Kos por Ibiza, coincido con él y veo que es un personaje. Hacemos buenas migas y después en invierno de ese mismo año, un día me envía de repente un mensaje al móvil. Me dice algo así: “las computadoras electrónicas te han seleccionado para formar parte de una crew llamada Hawaii.”
En el grupo hay mucha gente y no nos conocíamos entre nosotros, pero como Kos tenía ese carisma y ese criterio, todos le apoyamos. Luego, es cierto que unos cuantos nos veíamos más por proximidad, y pintamos más veces juntos pero la crew es bastante grande.

La primera jam de Ibiza

Fue la primera jam, y fue un poco underground. Surgió hablando con Suso, porque siempre nos ha molado El hermano L de La Puta Opepe, y pensamos que queríamos hacer algo. La idea fue creciendo, de risas. Para juntarnos, montamos una especie de fiesta de fans del Alolo, con peña que nos mola graffiti en un sitio de Ibiza con piscina. Suso, San, Belin, tú, Spok, Dems, Kos…
Y a partir de ahí empecé a montar pequeñas movidas, como lo de los camiones, o lo de los colegios, a partir de corregir en lo que fallé.
Vi que se podían organizar cosas. Pero en Ibiza si no lo hago yo, no se va a hacer, por lo menos como a mí me gusta. Entonces empecé con proyectos como el festival de muralismo.
Hace unos años empecé a interesarme en los formatos grandes, con el tema del muralismo, y empecé a moverlo un poco. He ido a algún festival de algún colega y me los he traído aquí, a partir de ver cómo funcionan. Poco a poco la idea va madurando y cada año intentamos hacerlo mejor.
Al final tengo varios proyectos. Uno ha sido pintar en fachadas de institutos y colegios trayendo diferentes artistas cada año. Y ahora llevo dos años con los camiones, donde vienen diferentes artistas, y pinta uno por cada cada lateral del camión y también hacen talleres.

Me interesa mucho el tema de talleres participativos, la parte de participar con la comunidad, con los chavales. Un centro educativo donde hago diferentes talleres de serigrafía, lettering, mosaico… uso lo que encuentro o lo que tiro y veo qué puedo hacer o que puede hacer el artista que viene y lo vamos moviendo.
Lo que hago con el muralismo y lo que hago con el graffiti no es lo mismo ni siquiera es la misma sensación, pero tengo que reconocer que también me apasiona. Es como cuando haces un deporte y empiezas otro, no lo puedes comparar pero tienes esa sensación de que quieres descubrir hasta dónde puedes llegar. Todas esas sensaciones las vives como al principio con el graffiti.
Pero aunque hay cosas similares, no es lo mismo, porque hay que tener en cuenta cosas como el entorno, y que lo va a ver mucha más gente. El graffiti es mucho más libre, aunque a veces consigues una falsa libertad o una libertad entre comillas en el muralismo, pero no lo veo igual que el graffiti. Es cierto que yo no busco lo mismo cuando hago piezas grandes en un mural. Hago lo que no puedo hacer en un mural y cuando hago graffiti, cambio el chip.
A veces echo de menos vivir en Barcelona o Madrid, pero cuando voy a Barcelona unos días, ya echo de menos esta tranquilidad, esta facilidad que te simplifica un poco la vida.
Al ir a un sitio más pequeño, hay menos competitividad por así decirlo, es más llevadero.

Ha habido momentos en los que los chavales nuevos no han respetado tanto, pero ahora hay una oleada de gente que se entera, que quieren y hacen por enterarse, que saben el tiempo que llevas ahí, y ven que nunca has parado, lo que hemos creado los antiguos y los que han venido de fuera y se han quedado aquí a vivir.

La escena en Ibiza en la actualidad

Cuando empezaba en Ibiza y no conocía bien el movimiento, tenía la sensación de no saber qué estaba pasando. Muchas veces he pensado en personas que hayan pasado por lo mismo, por ejemplo, Ovas de Mallorca. Es un pavo al que he conocido, he podido hablar un poco con él y siempre lo he tenido presente en mi trayectoria. Es como yo, de la misma generación, tiene mi edad, y ha tenido que pasar por lo mismo que yo: estar en una isla, tener la sensación de que de alguna manera tienes que crear la escena tú, porque casi no hay gente.
Yo siempre he querido poner a Ibiza en el mapa del graffiti. Me pasa también con el muralismo, quiero dejar mi aportación porque creo que así los que vienen detrás lo podrán aprovechar.
Ha habido momentos en los que los chavales nuevos no han respetado tanto, pero ahora hay una oleada de gente que se entera, que quieren y hacen por enterarse, que saben el tiempo que llevas ahí, y ven que nunca has parado, lo que hemos creado los antiguos y los que han venido de fuera y se han quedado aquí a vivir.
En general nos llevamos bastante bien, hay una armonía entre todos. Aunque cada uno hace su rollo, y te puede o no gustar, pero nos respetamos y los que vienen, los que empiezan, van viendo ese rollo de respeto entre nosotros.

Nunca me hubiera imaginado que eso iba a ser así, yo pensaba que el graffiti se iba a acabar con nosotros, pero tiene ese poder: nos hacemos mayores, vas viendo cómo cambian las cosas y vas viendo cómo cambia el graffiti.

En Ibiza puedes pintar en cualquier lado y si tengo que pisar una pieza, antes me piso la mía que pisar a otro, aunque esté empezando. Tenemos unos códigos que hemos puesto los que llevamos más tiempo y es bastante tranquilo el tema de pintar. Hay bastante armonía entre las diferentes generaciones.
En Ibiza habrá un total de a lo mejor unos 25 o 30 escritores, contando los de San Antonio.
Nunca me hubiera imaginado que eso iba a ser así, yo pensaba que el graffiti se iba a acabar con nosotros, pero tiene ese poder: nos hacemos mayores, vas viendo cómo cambian las cosas y vas viendo cómo cambia el graffiti.
A veces, hay chavales que se hacen sus piezas y a veces meten la pata sin querer. El otro día un chaval firmó encima de una pieza mía. Yo lo pillé, pero tenía 14 años y me hizo gracia, porque mi hija tiene 12. Le dije: “tío, mira, me mola un montón ver que un chavalillo esté firmando, pero tienes que mirar dónde lo pones, tío. Hay un montón de sitios y lo estás haciendo encima con un rotulador y encima en una pared donde no funciona bien el rotulador. Hay una pieza debajo.”
Es por inconsciencia, no por maldad pero flipas que esos chavales de 14 años van por ahí con su rotulador, te ven y flipan. Imagino que piensan “mi padre me está dando un consejo”. Esta pasión y esas metidas de pata las entiendo. Peña que empieza y te puede tachar, pero me pongo también en su lugar, yo también he metido la pata, por ignorancia. Antes teníamos mil sitios para pintar, pero también buscábamos sitios nuevos, ahora lo quieren todo cerca y rápido.

Tengo una hija de 12, le interesa el graffiti, y el manga, y como a cualquier adolescente le interesan muchas cosas. Me la he llevado a pintar, se ha hecho piezas incluso ella sola, y espero que ella siga, la verdad, por lo menos aquí en la isla.
La presencia femenina en la isla está creciendo, hay chavalillas jóvenes que están pintando pero más que graffiti creo que pintan muralismo.
Por ejemplo, escuché el podcast de Wendy, y es cierto que no coincidimos durante muchos años, y en 20 años habré visto dos piezas suyas, porque ella hacía más cosas de decoración artísticas. Una vez pinté con ella hace muchos años, y ya no he vuelto a pintar con ella hasta el año pasado que volví a pintar otra vez. Aparte de eso no tengo constancia de haber visto nada suyo. Con quien más pinto es con mi colega Sune de Zamora, que somos los dos de Hawaii Computer, y que lleva viviendo aquí unos seis años, my partner in crime. Luego está Shine, el Chine, Mondo Big, César. Bueno, hay gente como Diego, Sob, Mashek… un inglés que pone Opek.

¿De quién te gustaría saber la historia?

Enlazando con mi curiosidad y por la proximidad entre Islas y de trayectorias similares de tiempo, voy a decir Ovas. O Suso. Pero ambos son interesantes.