May EDS, un mundo de flechas, “¿quién sabe dónde?” y mucha salsa

Buenas días, buenas tardes y buenas noches. Este nuevo episodio nos lleva hasta la capital de Extremadura, la bella ciudad Augusta Emérita, actualmente Mérida. Allí May empezó a firmar a finales de los 80′ y a pintar en 1989.

Descubre aquí los principios del graffiti en la ciudad, su visión, sus aventuras y la historia de este escritor con nosotros.

No hay dos historias iguales y todas componen el mosaico que da sentido a lo que hacemos.

Podéis escucharlo también en Ivoox aquí.

Inicios

Por favor, cuéntanos: ¿Qué fue lo primero que viste? ¿Cómo y por qué empezaste a pintar?

Cualquier cosa referida al graffiti- como a cualquier persona de mi generación- desde el muralismo a “OTAN NO, BASES FUERA”, me llamaba mucho la atención. Recuerdo que en los 80’, había un par de murales de Charlie, no sé si sería un artista de la Escuela de Arte, un pintor. A mí me llamaba mucho la atención ver un muro por la calle. Aparte, en mi barriada, en San Albín, en los 80 se hacían concursos, y los niños pintábamos. Incluso tuve la suerte de pintar un mural con Candy, un vecino mío. El mural era muy pequeñito, pintamos el lema “Paz en el mundo” y nos duró hasta que el Mérida subió a Primera División.

¿En qué año fue eso? ¿Pintantéis con spray?

Eso fue en el 86, y no para nada, no tenía ningún vínculo. Ya había gente que sí. Recuerdo que los mayores de la zona que participaban en la movida hacían comentarios sobre los breakers: “Son los Star Breakers”.
Ellos sí usaban sprays. Me acuerdo de una pintada en la Universidad Politécnica, que en la parte trasera donde hoy en día hay un parking, antes había una pista roja y era su zona. Iban allí a bailar.
Había varias zonas en Mérida. Yo, por ejemplo, al pertenecer a la barriada de La Paz, iba con los amigos de allí y la comunidad gitana, a la que le gustaba mucho el Popping. Pude disfrutar algo en el colegio, como todos los niños de la época, con el programa “Tocata”, que algunos grabábamos. Eso lo hemos vivido prácticamente toda la gente de mi generación y bueno fue lo que me llevó hasta aquí al fin y al cabo.

Antes hemos hablado del graffiti breaker, y también habíamos comentado fuera de micro, sobre el graffiti flechero, que aquí también caló.

Sí, nosotros tuvimos una fase. Éramos “The Rapper Boys”, de hecho teníamos una maqueta bastante divertida jajaja. Recuerdo que poníamos TRB pero no llegamos a tener las firmas individuales, solo poníamos el nombre del grupo entre todos. No sabíamos, estábamos perdidos, éramos niños con 14-15 años. A través de Francis, que era un año mayor que yo y conseguía material, hacíamos throw ups cómo podíamos. Entonces, vimos el mítico documental super conocido, el que nos movió a todos, el de la segunda cadena, Crónica Urbanas: Mi firma en las paredes.
Una noche, yo estaba durmiendo, llega mi madre y me dice “Mira niño, que en Tve2 están echando un programa de lo que a Francis y a ti os gusta, de esto del rap…” Fíjate qué buena la ocurrencia que tuvo. Yo tenía un vídeo beta por aquel entonces. Claro, me levanto como loco y efectivamente: cuando llegué ya estaba Tifón en escena, le di al rec y ahí empezó la locura en Mérida. Tuve la suerte en aquel momento de ser pionero en eso. Me inventé la firma como pude.
Todo lo que le escuchaba a Muelle, las vivencias de Tifón, fue como mi Biblia, me sabía el documental de memoria. Y ya empecé a meter flechas por todos lados. Bueno, lo grabé en 1990 y aquí fue una locura: en el 91 ya había más de cien personas emulando el asunto. Tuve la suerte de que la gente se dedicaba a copiarme la firma en el pupitre de la escuela. Conocí a niños que decían: “¿ah, qué eres el May?” Para un chaval de 15 años aquello fue fantástico.

¿Bombardeaban por ti?

No, no exactamente. En realidad todo esto era por Muelle, lo metieron en escena y yo en realidad fui un admirador y seguidor en un pueblo pequeñito, que cuando tienes 15-16 años, para ti eso es un mundo, y que la gente te aprecie…
No sé si hubo fusión de estilos en otras ciudades de España, supongo que sí. Éramos bboys pero la firma era flechera, exceptuando a Teddy. Cuando vio el documental, me dijo: “tío es que tú ya no eres un bboy, tú ya eres… “ porque había una escena en la que Tifón discutía con un bboy y Teddy absorbía todo. Luego él terminó haciendo firmas parecidas a las de Tifón o sea que fue de risa. Claro, éramos muy pequeños, pero fue una época muy divertida.
¿Qué pasa? En una ciudad monumental, eso empezó a llamar muchísimo la atención y el tema empezó a salir en varias publicaciones de los periódicos de Extremadura.

Claro, eso te iba a preguntar… deberíais llamar mucho la atención..

Ahí empezamos a conocernos como podíamos muchos extremeños, porque estamos hablando de que éramos una generación de 16 y 17 años, y esa fue la manera de comunicarnos entre ciudades.
Un día veo un recorte de un periódico de Badajoz. Dije: “hostia hay gente en Badajoz”. Claro, antes había visto un “Raping Badajoz” que salía en El País Semanal, salían Gorrión, César y esta peña en las traseras de los salesianos. Luego a través de Neu, un colega de San Roque de Badajoz, ya consigo contactar con Jowey y Player. Fue genial. Fue la primera vez que llegamos a Badajoz, por entonces habíamos formado el grupo de los ISC (Ilegales Sin Condición). Lo formamos Francis y yo.
Teddy en el 91 se va a vivir a Aluche, Madrid. Su padre era militar. Entró en los TRK un grupo de allí y me mandaba fotos de sus colegas, Ya One, Fasione, -algunos creo que son de los QSC a día de hoy-, también con Óscar “el Fly”, Gato, el tío lo flipaba. ISC éramos Ninja (Francis), King (Burgos), Magic 32 (Rubén) y yo. Éramos cuatro, pero en el verano o a finales del 92 ya entró Defi y otro amigo.
Cuando llegamos a Badajoz a conocer Zorton vimos en el Revilla un graffiti de los CALAVERS, un grupo de la época de ellos. También contactamos con Silk de Cáceres. Casualmente apareció por Mérida con Óscar, el DJ de Berre del Bullete, que estuvieron tocando en Zaragoza con Kase O un año después. Sé que ellos tiraron por el mundillo de la música, pero bueno eso es anecdótico. Fue conocernos, echar un par de firmas, y después de aquello no lo vi hasta el año 2000. Hoy somos buenos amigos, pero en los años 90 no llegamos a contactar, pero bueno el tema de la prensa es lo que hizo que pudiéramos ir..

¿La prensa se lo tomaba como algo negativo o simplemente estaba sorprendida?

Había mucha negatividad. Mérida todavía no era patrimonio de la humanidad, por aquella época, llevaba unos seis o siete años siendo capital autonómica. Cáceres sí que era Patrimonio de la Humanidad pero Mérida no. No, no, aquí el graffiti siempre había estado muy mal visto y perseguido.

Cuando éramos TRB, en el verano del 90, Francis y yo estuvimos en un internado de verano, un internado de curas en Fuente de Cantos y ahí empezamos más en serio con los movimientos del grupo. Vamos, que decidimos avanzar un poquito. En el 91 Francis se quedó internado en Santa Clara, en Almendralejo, y fue la primera vez que nos llegó material a través de un chaval de Alcorcón. No sé si era a través de una amiga, casualmente la hermana de Pablo (el gran conocido para nosotros Faze2). Fipamos. De ahí nos llegaron las fotos, no sé si se las pasaba la hermana o directamente el chaval las cogía.
Ahí ya empezamos a tener material de los colegios que habían en Alcorcón donde salía mucho material de Jungle Kings y Qsc. Lo poco de ellos que habíamos visto era a través de la prensa, de revistas. Lo que se movía por aquella época.

¿Esta zona está muy mal comunicada, y siendo tan pequeños, cómo os movíais?

En tren por Extremadura. Cada vez que tenía que ir a Badajoz a firmar lo hacía en el horario de clase. Sabía que a partir de las 3 salía de clase, así que a primera hora pillaba el tren, de madrugada y a las 2 lo estaba cogiendo de vuelta, y se suponía que venías del Instituto. En el curso 91-92 me apunté al nocturno. Me informé y me apunté porque llegaba la temporada de invierno y como yo tenía el rollo más de flechero, aprovechaba mejor la noche. Al principio tenía que hacer locuras, como mi padre trabajaba el taxi de madrugada, me tenía que dedicar a firmar pero ocultándome, porque imagina en una ciudad que tendría unos 49.000 habitantes por aquella época… con un taxi y siendo yo un chaval me jugaba que me viese.
Otra anécdota, la recuerdo perfectamente. En los primeros trenes, yo no hacía throw ups, sino hacía la firma de barrio. Recuerdo que tenía siempre un bote blanco y un bote naranja, que eran los colores de los trenes regionales, entonces yo me echaba la firma con el bote naranja en la parte blanca y mi firma rulaba. Y con el blanco igual. Yo no comentaba nada a nadie, y eso se pegaba ahí la vida.
Aparte hacía mercancías, que eran más fáciles. Pero eso fue anecdótico porque no lo hice pensando en Nueva York ni mucho menos, aquí los libros o Guerra de Estilos llegaron muy tarde. Mérida era una zona aislada y a nosotros nos costó que nos fuera llegando información. Un día me trincaron dos colegas, mi vecino Burgos (King) y otro amigo, claro, los tuve que llevar a pintar y así fue como se acabó un poco el tema de los trenes, lo importante para mí era la firma.

¿Tuviste muchos problemas o simplemente decidiste dejar de hacerlo?

Sí, claro. Todo era una fusión de tantas cosas que tampoco era una meta que uno tuviera aunque es verdad, que luego se pintaron varios trash trains, que había allí en la zona. Luego en el 94, cuando llegó el señor Caos, entonces Mouse de Barcelona y vio esto dijo: “eh chicos, que aquí tenéis el paraíso”. Enseñó a toda la gente de Mérida: las cocheras aquí, aquí duermen los trenes, Caos fue todo un pionero para Extremadura, y con él apareció la PDM, imagínate, Mollet siempre presente.

Antes también ha salido un tema que me gustaría que explicaras porque me ha parecido impresionante. Una de tus primeras travesuras.

Sí, claro. Yo he sido, como muchos otros del movimiento, el hijo de una persona a la que no le ha gustado el graffiti. Culpabilizaba al grafiti de todo. Para mi padre era una situación un poco dura porque por aquella época estaba luchando por una licencia municipal de taxi. Tuvimos un año que no nos llevábamos muy allá y aquello explotó.
La historia era que mi tío vivía en Alcorcón, y luego en Carabanchel, donde el Palacio Vista Alegre y yo siempre luchaba porque quería ir a Madrid. No había Internet y no podía estar todo el día viendo La Quinta Marcha -por ver algo de fuera-, ya no estaba Tocata, jaja y claro, era horrible.
Teníamos mucha lucha y chocamos mucho. Allá en el 92, recién cumplidos los 18 años, y con tantos problemas, tantas ganas de moverme y ver… No tenía libertad, pues me piré de casa. Le robé dinero a mis padres, digamos, con un primo mío que la lió muy gorda y era con él que yo hacía todas las trastadas. Me picó mucho con lo de ir a Madrid, “tío pero tú siempre con Madrid” y nos piramos.
Fue una aventura, no es que pueda estar muy orgulloso, pero joder, ya había ganas. Me recorrí todo Móstoles y los muros de los TCK.
Ver los muros de Mast, Mata, Spek. Entonces pillé el tren, porque no había metro a Móstoles e ibas a la aventura, y de Móstoles llegué a Alcorcón. Cuando llegué a Alcorcón y vi la evolución, flipé y dije pero “¿qué ha pasado aquí?” Es que no había ni una calle en la que no hubiera graffiti. Era fantástico ver los muros de escritores que conocías de las CFC o de las fotos, era maravilloso.
Y claro, se notaba muchísimo el problema de la edad, y de los pocos medios. Bueno al final aquella aventura acabó, fuimos a Vallecas también por la noche a la zona de Pacífico, allí donde estaban los muros de Glub y Asr. Lo disfrutamos mucho. La vuelta. La vuelta fue un espectáculo.

Quiero que cuentes, si puede ser, como casi sales en la tele.

Claro, ese era el motivo de la vuelta. Por aquella época, mi primo tenía una novia, su actual mujer, y estaba súper enamorado. Él lo llevaba peor que yo, porque al tener pareja fue débil. Recuerdo que llamó por teléfono para hablar con la novia desde una cabina en Móstoles. Ella le dijo que había estado la policía y que estaban planteándose buscarlo, pero que hasta que no pasaran 48 horas no podían actuar. Claro, sólo llevábamos un día y medio fuera. No habían pasado las 48 horas pero ya había una orden de búsqueda para él porque era menor de edad, tenía 16. Si a las 48 horas no aparecía lo que se planteaban era que como yo ya tenía 18 años, poner que era un secuestro porque no sabían cómo llegar hasta él.
Entonces lo que decidieron fue llamar a Lobatón, a ¿Quién sabe dónde?

Mucha gente no sabrá qué es eso, pero intentaremos poner en el blog algún clip para que veáis porque son movidas muy serias, quiero decir, que cuando eras pequeño todos los padres del mundo veían ese programa.

No hacía mucho, creo, que había pasado lo de las niñas de Alcácer, y mi tía estaba destrozada porque claro es que una situación a la que no… Bueno entonces, le propuse a mi primo fue “mira nos vamos a Vallecas, a Pacífico”. Yo ya había visto que la abuela de Gold vivía por la zona de Pacífico y tenía grabaciones, estuvimos por allí, fue fenomenal.

¿Pero no pintaste?

No, solamente fui a mirar, bueno eché alguna firma. De hecho, me acuerdo de todo: cuando recorrimos la zona de Carabanchel, llegué a ver una firma de Muelle, fue un sueño que me hacía mucha ilusión. Claro que teníamos nuestro graffiti y nuestros códigos, pero no era el mismo mundillo. A mí me gusta porque ese hombre aportó bastante a España a su manera, trajo un movimiento que ya ocurría en Londres. Yo soy de los que piensan que esto proviene de donde proviene…

No puedes decir “yo soy de los que piensa que proviene de dónde proviene” y no decir el qué…

Del mundillo punki- aparte de que me gustasen algunos grupos de la época- ves la firma y es de un batería de un grupo punki. Bueno, luego depende de lo que hable cada uno. Hay gente que te puede contar que era graffiti, que era autóctono de allí, se lo inventó ,etc. De hecho hay documentación de Londres e incluso de Filadelfia, las primeras firmas de flechas en los setenta, todo muy parecido. Es lo que pienso yo. Está claro que para mí, Muelle forever. No lo voy a negar. Igual que me encanta el graffiti de Nueva York, Muelle no iba a ser menos.

Ok, muy bien, entonces vuelves a Mérida, imagino que percal grande…

Claro, en el 93 con los problemas que había tenido, dejé el instituto y el grupo ISC ya no funcionaba tanto como antes. La gente va creciendo. Me voy a hacer el servicio militar a Ceuta a finales del 93, y ya prácticamente medio desaparezco, como muchos de mis compañeros de escena. Mientras estaba en Ceuta fue cuando ya estuve en la jam de Alcorcón.

¿No estuviste en la jam de Alicante?

No fui a la de Alicante, fue la gente de Mérida, que volvieron con un subidón… Me hablaron de toda la peña, creo que fue en la zona de San Juan. Lo sé porque Fat, Inca y yo pintamos allí en el 99’ y me comentaron que aquella del 93’ se hizo en los muros donde estábamos pintando y sobre paneles. Fui de rebote a la de Alcorcón del 94’ porque tenía un permiso del ejército de Ceuta y lo aproveché. Todavía no me había licenciado del servicio militar y claro imagínate… digamos aquellas jams fueron muy importantes.

¿En esa, no nos vimos, no?

Nosotros nos vimos en la del 95′ en San José de Valderas, en esa conocí a Zippo y Krudel, pintamos Crakt y yo casualmente con ellos. En la del 94’ me acuerdo que Los Creyentes todavía no habían sacado LP y se presentaron ahí. Fue CPV y Nazión Sur, que tenía un directo increíble. Por lo que me ha tocado vivir, no he podido disfrutar de esas cosas hasta que no han ido pasando los años. Pero eso ya es otra historia.
Por consideraciones personales de lo que he vivido en Mérida, personas pioneras, influyentes y que han marcado en Mérida: Caos de Barcelona, – eso fue increíble con los wholecar, ayudando a toda la gente de Mérida- y Dark de Alcorcón. Fue verle trazar, preguntarle cómo tenías que pintar una pieza… Veías piezas con su estilo por toda Extremadura. Me acuerdo perfectamente.

¿Pasaste de hacer firmas a pintar piezas?

No, yo siempre pinte graffiti, lo que mi firma en vez de americana o como un tag, era la firma de flechero. Bueno, en las fotos se ve documentado. De hecho, los primeros TRB prácticamente los hacíamos sin firmar, en la zona de la Campsa, uno de los primeros Hall of Fame de graffiti. La descubrieron Gold con Magic 32, se hicieron una firma allí y dijeron “hemos visto un muro”.
Me pinté ahí el primer graffiti de la zona. La primera pintada se hizo en el 91, que fue cuando se consolidó como hall of fame. Las demás piezas estaban en el Instituto, eran los primeros throw ups.
Mi primer graffiti, digamos que intenté… vi un graffiti del 88 que tenían Faze 2 y Chop. Claro, intenté sacar el estilo ese como pude, que no se parecía a nada, pero ese graffiti me encantó. Tengo un gran recuerdo porque fue prácticamente uno de los primeros que vi.

¿Las firmas al principio las hacías a spray o rotulador? ¿Dónde conseguías el material y cómo?

Pues mira las firmas fueron a spray porque nosotros no sabíamos el tema del tag a rotulador. Todo lo que sabíamos era por los artículos de prensa. Me acuerdo del primer spray que compramos: un Duplicolor de coches de esos pequeñitos, los del loro. Incluso recuerdo que uno hacía la T, otro la R y… éramos novatos.
Vamos, prácticamente a spray. Hubo mucha gente en el 91 que tiraban del kamfort para bombardear porque el spray era caro. Esto llegó por un chico de Barcelona, no sé de qué zona, que vino a uno de los muros y echaba la firmas con kamfort. Y era como “¿eso qué es?” Después tenías el típico edding para firmar y luego ya llegaron los Posca. Eso también tardó en llegar. El primer Posca que vi, lo trajo Bacie, uno de Madrid que casualmente estuvo viviendo por la zona, eso sería por el 91-92, no sabría decirte. Me acuerdo de alguna firma de Snow de los QSC por la zona del Templo de Diana. Recuerdo pensar “hostias, el de la Quinta Marcha ”jajaja, eso fue bestial.

De música tenías el Rap de Aquí, porque claro, tú esos discos los tenías que tener. Rap’ in Madrid, o el de DNI. También pegó muy fuerte Public Enemy.

Siendo esta una ciudad pequeña y teniendo tanta dificultad, -porque no es hasta ahora que se empiezan a hacer murales grandes y me has dicho que están bastante en contra del graffiti-, ¿cómo habéis subsistido tanto tiempo?

Pues siendo poquita gente, la verdad. Se ha ido subsistiendo a base de salir fuera, cada uno montarse su película, tener grupos de muy poca gente. Luego claro, cuando los grupos son más reducidos, los problemas vienen porque no hay espacio propio. Entre la gente aquí se ha golpeado mucho entre los escritores de graffiti. Mérida nunca ha tenido mucha gente en el movimiento global. Al principio era gente muy joven. Luego que se quedaran, éramos cuatro o cinco personas.

¿Hay gente nueva?

Ahí ando más perdido, porque claro con la edad te vas desconectando. Veo a gente y veo cosas pero cuando pregunto, es gente de fuera que está trabajando en Mérida. Como relevo no sabría decirte, ahí ya me pierdo.
Viví tan intensamente el tema de Mérida desde sus inicios que llegó un momento que peté. Te cansas de intentar hacerte amigo de todos. Para que no haya problemas, sacrificas mucho tu trabajo. Lo regalas, das mucho apoyo y la gente no te entiende. Te das cuenta de que quieres crear algo, pero la gente lo que quiere es su parte del pastelito y no colaborar en crearlo. Quieren su momento. Digamos que aprendes que no te puedes meter en problemas. Tienes una familia, tienes a tu hijo y lo que quieres es pintar a gusto, tranquilo, educadamente siempre y mirando bien a todos.
No he sido nunca una persona que haya ido a hacer pupa. Yo lo que quiero es tener mi camino y tirar, como muchos otros supongo. Aquí cuando has querido hacer, te vuelcas mucho y al final te llevas decepciones.

Personalmente el graffiti en los inicios fue muy bien. Ha habido muchos momentos que te dan mucha alegría, conoces a gente, pero luego, cuando has antepuesto un poquito la movida a lo que es tu vida y has levantado los pies del suelo.. ¡hostia el batacazo duele! Pero ruedas, sigues, por la pasión hacia el graffiti, como algo que sabes que está en tu vida.
Siempre lo diré: el graffiti no es de nadie, el graffiti es de la calle. Si te gusta hazlo, pero olvídate o sea si hay gente que evoluciona, hay gente que se lo pasa bien, que disfruta, déjalo, no pongas zancadillas. Si es que no es tuyo. Es de todos. A lo largo de la vida, cuando más mayor te haces, te das cuenta de que no se puede perder tiempo.

Estoy de acuerdo. ¿Ha habido algún festival aquí?

Festival, ¡qué va!… A finales del 92 conseguimos hacer una jam que era como un concurso en el “scalextric” que había en la rotonda de las Tres Fuentes, donde está el polideportivo. Allí donde se están pintando los murales grandes y donde están las piezas, había como una fábrica y en ese murito se hizo algo en octubre – noviembre del 92. Luego ya se hizo otro bueno en el 2005. En los 90′ hubo algo en algunas barriadas, poquito, en zonas concretas. Luego sí he escuchado, con el tema de mi trabajo- el taxi-, y veía cosas, se han hecho algunos eventos, no a nivel nacional o a un nivel muy fuerte como los que se hacían en Alcorcón o se han hecho por Barcelona u otros sitios.

Ok, cuéntame de tu estilo, ¿cómo se ha desarrollado?

Dentro de mi camino, personalmente, empiezas con poco.. Al principio venía de hacerme muñecos, en el túnel de las sindicales, donde prácticamente nació el graffiti. Pero no sé si es porque vivía allí y enganché alguno de mis vecinos y se metieron al mundillo.. Los principios se dieron allí, era nuestra zona, cerca del circo romano. Recuerdo en el túnel que me pinté un muñeco con un puro, no sé si era de LEE, y otras cositas esparcidas. Yo era el que hacía los muñecos del grupo, me encantaba Faze 2, Chop… porque al principio me llamaban los muñecos. En tema de letras, al final lo que me gusta es Nueva York, los trazos, los 3d, las flechas. El grupo FX también me ha encantado y de ahí ese rollo de ver los cambios de colores en los trazos.
Yo tuve suerte con el tema de la salsuki.

¿Salsuki?

Me encanta la salsa. En vez de ir a Nueva York me fui a San Juan. Estuve pintando con Ske -un colega que vivía con Tkid– y Rek, y la verdad muy chulo. Me encantó. Luego visité a Sandro, fui al sur del Bronx. Fue genial ver ese estilo de letras que te gusta, pintar con Ces en Tuffcity, ese tipo de cosas que te molan muchísimo.
Estuve alrededor de unos 15 o 20 días, pinté mucho en San Juan, por barrio obrero, con los FX. También pasamos por zonas que eran muy complicadas, pero molaba mucho… el graffiti, en la calle. Recuerdo que tenían una zona en un colegio donde había estudiado todo el mundo, Fat Joe, TKid … aquello era maravilloso. Pinté también con los Os Crew, un grupo de Sen2, con Fish, Kaps y el amigo Riz. Nos pintamos unos platas.
No sé, estuvieron muy bien las playitas.
Una anécdota que me traje, que me parece graciosísima, fue en el Yunque, el Parque Nacional en San Juan con mi amigo Riz y Valerie subimos a una de las torretas y me encuentro una firma de Mickey y Sento, “hostia qué puntazo”. Anécdotas como esas muchas, porque esta gente no deja de ir por aquella zona y la verdad que muy bien. Claro, lo que más me gustó fue por la noche bailar salsa en la calle. Nos fuimos a un concierto clandestino, aquello fue maravilloso.

Me va a encantar tu lista de música, porque has empezado hablando del punk y estás hablando de Salsa y va a ser un abanico de música brutal.

Claro, cuando entras en el hip hop, te gusta eso, te gusta el funky… El tema de la salsa es porque en el transcurso de la vida ves situaciones y a través de unos amigos empiezas a ver un poco el mundillo, a bailar, pasártelo bien. Luego coincides con la gente de Puerto Rico, que si los vieras bailar, si te dijera nombres… Los ves bailando salsa y son unas máquinas. Sandro (Sentwo) hizo una locura allí bailando en el Bronx, cogió a su mujer, se puso a hacer unos pasos para aquí y para allá, pensé que me lo iba a tener que currar, lo pasamos chévere. En Puerto Rico lo llevan en la sangre, la salsa de la vida.

Entonces en Nueva York pintaste unas cuantas piezas en el 2008.

Había coincidido en España con algunos, había visto a gente y tal pero esporádicamente. Tampoco he sido de los que en su mente tenían que ir a Nueva York en plan, es mi sueño. De hecho, cuando estuve en Nueva York Bio me dijo: “¿que te vas a Puerto Rico y luego vienes aquí? Si la gente viene aquí primero.” Pero es que a mí me gusta así. En eso no sé si peco para mal. De cara al graffiti, a mí me gusta la persona. Sevilla, Elche. Alicante, a muchos sitios he ido pensando mas en disfrutar de mis amigos que en pintar una pieza.
Yo voy a Nueva York y Sandro me tira de la oreja “tío, pero ¿qué vas a estar mirando alojamientos por la zona? Disfrutas. Al final un poco más y no pinto, tuve que aprovechar y me hice tres piezas, una por la noche y dos al siguiente día antes de pillar el vuelo para ir a San Juan.
En Puerto Rico sí aproveché, pero me hubiese gustado pintar más, siempre te gusta. Pero lo digo ahora. En el momento te quedas unas semanitas allí, en Isla Verde, bajas al Yunque… Eso sí, siempre me gusta disfrutar de los amigos, ya sea en Alicante, donde sea. A Sevilla he ido mucho también y no siempre he pintado.

A Barcelona has venido poco.

He ido por familia, amigos de mis padres y tal, pero pintar… En una ocasión estuve en Mataró en una historia que hacía Radok y Aeec con su asociación. En aquella ocasión aproveché y me pinté dos piezas, en un polígono industrial. Era un festival que montaba una tienda de pintura en un callejón (creo). Luego aprovechamos. A Krudel no le veía desde el 95 y aquello fue en el 2007. Vino con Zippo y luego, claro, me perdí con Zippo y unos compañeros del grupo de Aeec. Estaba Aryz, muy chavalito, se quedaron allí pintando, y aproveché. Conocí a Pako, era también rollo Wild style. Una bellísima persona, la verdad a mí de Barcelona, la gente genial. No he ido mucho, pero he pintado, bueno cuando la PDM venían para acá también. Fenomenal y te quedas con buenos recuerdos.
Me acuerdo de Seve, de cuando estuvo una semanita en casa en el 96, que lo tuve ayudándome. Íbamos al almacén, comprábamos las cosas para la tienda de mi madre y tirábamos a la barriada de La Paz,100×100 odio. ¡Qué grande es Seve! Blaone también ha estado por mi casa.
Sí he podido recibir en casa, lo he hecho. Ayudé lo que pude. Mi madre me tenía… pero venían y había que buscarles un sitio. Bueno, la verdad, muy bien.

Oye, antes hablando de las nuevas generaciones, has dicho que estabas desconectado, y no estoy de acuerdo, porque yo sé que hay una nueva generación que tienes muy cerca. Tu hijo, que tiene actitud y despunta estilo.

Sí, sí. Recuerdo que le decía “¿qué pasa little May?” y me decía: “No, no, papá yo litle May no. Yo Louk.” Le mola y de ahí nació un poco el puntazo. La verdad que lo disfruto mucho, porque cuando bajo a encalar el muro, él me ayuda. Luego cuando voy con los colegas siempre la lía y te gusta, con cariño. Le da un toque familiar a esto del graffiti.
Yo en la historia de Mérida he tenido amigos, muy buenos amigos, que luego por desgracia pueden tener diferencias pero para mí son familia. Son como el hermano con el que no te hablas. Pasa en todas las familias. No puedo olvidar, cuando he tenido un pasado con la gente, por muy mal que nos haya ido. Siempre los voy a ver como familia. Siempre hay una evolución de tiempos mejores a peores pero ahí están.
Sobre todo cuando ves que empiezan a faltar muchos. El 2010 fue un año fatídico, porque falleció Gold…. . Luego Alejandro, Birus, un chaval que te da el pésame y varios días después fallece en Portugal. Creo que fue en octubre o noviembre, cuestión de meses. Esas cosas son un poco duras. Alejandro tenía un grupo C4 de chavales super majísimos, un grupo muy puntero. Lo que pasó y como pasó fue muy duro e incluso los padres en los murales que tenía en la Campsa dejaron flores en mas de una ocasión …

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¿Se mantienen?

Por desgracia no. Era la intención, pero luego no se respeta lo que quiere la mayoría. Allí se llevaron flores durante un año. El 2010 fue muy feo para muchos y en una ciudad tan pequeña, pero bueno de ahí cuanta gente nos ha faltado.

Bueno, al menos sabemos que el graffiti aquí va a estar en buenas manos si tu hijo sigue. También hemos hablado antes de esto. Nosotros empezamos a pintar cuando nadie sabía lo que era graffiti y nuestros padres estaban en contra. Ahora tu hijo tiene todo el apoyo posible.

De momento lo disfrutaremos.
Totalmente, sí ha evolucionado. Yo siempre diré que el graffiti ha ido para mejor en todo, incluso en los trenes. Aquí llegan y se quejan, pero luego les está produciendo un beneficio a las aseguradoras y a Renfe, porque cuando sale una problemática, sale un negocio.

Bueno, si te parece bien, de todo esto que hemos estado hablando me gustaría tener material.

Material antiguo tengo lo que me han podido pasar, porque claro en los inicios en Mérida fueron de mucho graffiti real de la calle y yo no tenía cámara. No fotografiaba los muros, pero gracias a Dios, mi amigo Ninja sí, y un día casualmente con el paso de los años, me pasó cosas de los 90. Tengo alguna documentación, a través de alguna grabación de vídeo dónde se pueden ver también algunas piezas. Algo tengo. Recortes de periódico que era lo que en aquel momento guardaba, hasta el 94.
Cuando llegué del servicio militar y vi más o menos como se cocía todo el movimiento, fue como empezar de cero, y ahí ya me hice con mi cámara. Muchas fotos a veces me las han mandado y otras veces, pues bueno allí se ha quedado la pieza. Ahora ya con los avances tecnológicos pues es imposible no tener material.

Antes de despedirnos, ¿hay algún sueño por cumplir o algún sueño cumplido del que estés contento?

La verdad es que cuando empiezas nuevas etapas o vas a sitios nuevos, conoces a nuevas personas, es todo muy bonito y para mí en el graffiti es lo que más te aporta. Sobre todo ver a tus amigos. Volverlos a ver, a pesar de que pasen los años y encontrarte de nuevo. Eso es fantástico. Creo que para mí es lo más bonito que me ha dado el graffiti. Poder retomar, saber qué hay gente en Alicante, en Madrid, en Barcelona y que vas a llegar un día después de que han pasado 15 años y ahí está. Ver a un hombre, no al niño que era.

Muy bien, muchas gracias, por tu tiempo, el día, la comida, por todo. Esperemos volver a vernos en breve.