FOSE, OTP: El soltero de oro, las galletitas de la guardia civil y los deportes extremos.

https://open.spotify.com/episode/430dtGa3xzZVwhyt8xY7u4

Bienvenidos a esta 2ª parte del Fose, OTP en Breaking the Rules.

Sabéis que podéis escucharnos en Ivoox aquí y entre otras plataformas.  También podéis dejarnos comentarios y opiniones y de esa manera ayudarnos a mejorar. ¡Gracias de antemano y saludos!

Talgo Action

Después del viaje a Andalucía empezamos a viajar y pintar más. A partir de ese verano, ya teníamos que viajar cada año sí o sí. Después empezamos a viajar también por Semana Santa y así progresivamente.
En mi barrio, los Talgo Action no paran de pintar, aunque seguimos siendo un grupo, los caminos ya se han distanciado mucho. Ellos empiezan a ir con Dam, Rider (un loco de flipar, súper bueno en esos años) y RDA.
RDA era un tío mucho más mayor que nosotros que vivía en Manresa. El tío se iba solo a pintar, y al principio la gente pensaba que era un “secreta”, pero era un trozo de pan.
Empiezan a pintar fuera de línea en el 95- 96. Esos fueron los años de los “one man wholecar” (cada escritor se pintaba un vagón entero). Eso fue un gran descubrimiento y una gran evolución.
Mi grupo estaba muy activo y pintaban mejor, pero yo pintando de día pintaba mucho más. Agradezco ese hándicap porque esa situación me hizo conocer a mucha gente que de otra manera no hubiese conocido.
Pintar de día implicaba pensar de otra manera, entrar a las cocheras desde otros lugares y ser mucho más rápido porque obviamente no te ampara la oscuridad.

OTP (Ostia Puta Crew, Otro Tren Please)

Ahí es cuando empieza a formarse la familia OTP, que era un grupo de barrio donde estaban Ferrete, Min, Meot y no recuerdo quién más, y luego se convirtió en el grupo de graffiti.
Meot empieza a pintar trenes y me acoge… Pintábamos juntos de día y desde ese momento ya somos inseparables.
Un tiempo después recuerdo una vez en el Game Over de Lesseps que Meot me presentó a Seben, Jabato. En ese momento tendría 12 o 13 años y era un niño malísimo. Le quiero, y es un hermano, pero era malísimo, porque en esa época incluso me robó a mí. Tiene su diablo pero a la vez tiene un gran corazón. Esos fueron los principios de OTP, con esos personajes. Yo tenía 17 o casi 18 años .
También empieza el vínculo con Kaze, que aunque siempre iba con nosotros, fue el último en entrar en el grupo.

Antes el graffiti no estaba bien visto. No te podías imaginar que tus padres te acompañaran a comprar pintura, o rotuladores, ni que te lo pagaran. Hoy en día hasta el graffiti ilegal está bien visto.

Desde el principio fue muy guay, cada viernes nos reuníamos principalmente en la plaza de la Tárrega. Nos vamos a pintar, a fumar o lo que sea y estábamos todo el rato juntos.
Al mes de tener los 18 años yo ya tenía carnet de conducir y eso en cierta manera, me hace indispensable. Eso hizo que empezáramos a salir cada viernes.: quedamos por defecto en Cornellà, era automático. Ya sabíamos dónde vernos. Uno traía chocolate, otro el tabaco, otro dinero para gasolina… y nos íbamos a Massanet a pintar. El hecho de que tuviéramos coche, y de llevarnos tan bien, hizo que aunque nos llevásemos bien con otra gente, fuéramos un círculo cerrado: no necesitamos a nadie. Eso antes era una aventura. Pasábamos muchísimas horas dentro del coche, y todo eran risas. Llegábamos, mirábamos, pintábamos, a veces corríamos y otras no. A la mañana siguiente de vuelta al coche y a por la foto.

En el 97 ya hacemos el primer interrail. A partir de ese primero, hacemos uno por año, durante 6-8 años consecutivos.
Meot, estoy casi seguro, que fue el primer escritor nacional que empieza a contactar y a cartearse con escritores de trenes extranjeros, uno de ellos y creo que el primero fue Mellie. Meot ha sido uno de los principales y mayores escritores de Barcelona. En su día, hablando del 94-95-96 le dabas un blackbook de 100 hojas en blanco y te lo llenaba todo sin parar de bocetos y no había dos repetidos. Ese era el estilo del gran Meot. Por eso es para mí tan grande.
El no recuerda cómo, pero en el primer interrail (96) que hizo con Kaze entró en contacto con Honet en París y pintó con él y Opak.
Pensad que yo conozco Game Over en el 93 y OTP se crea en el 96 y en el 97 ya nos están haciendo un especial en la revista. No sé qué número, pero era de esos con las páginas centrales a color.

1º Marrones

Marrones siempre han habido, recuerdo muy pocos especiales, pues había tantos. Los pocos que recuerdo, eran los normales, los marrones de antes. Como había tanto miedo probablemente por ambas partes, tanto por el jefe estación como por los escritores pues ante cualquier ruido que oías, te ibas corriendo. A lo mejor era un jabalí, pero corrías.
Hoy no, no hay miedo y se suele plantar cara. No yo, ni mi gente sino la gente nueva, porque creo que se ha perdido un poco el miedo a la policía. Ahora escucho un ruido y no me voy. Los escritores de hoy están tranquilos, los de antes, no.

Yo, hasta hace unos 10 años, he tenido siempre un respeto máximo generado por un miedo a mis padres. No por el hecho de la multa, sino por el hecho de decepcionarlos. Siempre han sabido que he pintado trenes o que he fumado petas, pero nunca en la vida me han visto una piedra o he fumado delante de ellos. A unos padres hay que respetarlos siempre. Ese miedo a veces me ha hecho hacer las cosas un poquito mejor, con más cabeza que mucha otra gente que tenía problemas en casa o se la sudaban a los padres o no vivía con ellos.

Antes del primer interrail, en verano del 97, pasó una historia muy gorda. La única noche de mi vida que cambiaría. SUBOR, un amigo nuestro, murió electrocutado en Massanet, mientras hacíamos el loco por los techos de los trenes. Pero vamos a dejarlo…

Una vez se ha forjado OTP, con Meot, Seben, Kaze y yo principalmente, aparte del graffiti empieza a ver una amistad de familia y empezamos a quedar por motivos que no son graffiti. Posiblemente aquí sea donde me desvinculo un poquitín del graffiti, primero porque hago el servicio militar en Zaragoza y luego en las COES de voluntario (esta etapa no duro ni un año) y segundo porque empiezo a ir con gente del barrio y porque empezó la fiesta.

La fiesta y el graffiti

Empieza la fiesta guay con la gente del barrio, íbamos a, drogarnos no es la palabra, pero de irte a meterte tus cosas, a pasárselo bien, a bailar y a todo lo que hiciera falta. Todo eso siempre sin dejar el trabajo ni dejar de pintar, excepto los meses del servicio militar. Empecé a ir con gente nueva, y a veces nos encontramos con gente de OTP. Lo que nos diferenciaba era que después de hacer lo habitual, la gente se iba de after o a casa de alguien o a la playa, pero nosotros íbamos a pintar de día.
Ahora que soy más mayor y estos últimos años, pocas veces he pintado de noche. Ha sido más de madrugada o de tarde, pero si tuviera que ir, no dejaría de ir a trabajar. Además que el cuerpo no responde igual, antes necesitaba 3 días para recuperarme y ahora estoy en 4 o 5.
Como dije antes siempre se nos criticó mucho,y más en los principios, por pintar y escuchar tecno. “¿Ese que hace pintando graffiti si no escucha rap, si no le gusta el rap. Si se va de fiesta?”.
¿No me puede gustar pintar trenes o pintar graffiti y escuchar “mákina”? Hay gente súper hip hop que nunca han pintado, pero me la pela que no pinten. No los juzgo por no pintar..
Por suerte hoy en día todo es más abierto.

Primer interrail

En 1997 hicimos el primer interrail y fue gracias a Meot y su relación con el mundo exterior. Un día viene y nos dice: “hay unos billetes de tren con los que puedes ir durante dos o tres semanas por todas partes de Europa”. Nadie lo dudó. Fuimos Meot, Seben, Kaze y yo.
Ese primer viaje fue un poco a lo loco, porque para empezar era la primera vez que salía de España y recuerdo, con todo respeto del mundo a mi padres, que les tuve que engañar y decirles que nos íbamos de acampada al Pirineo francés. Acabamos en Copenhagen.
La ruta no te la sabría decir, pero había una ley de oro que cumplíamos en cada interrail. En ese entonces había poco dinero, y ese fue el único año que se compró el billete. Teníamos con suerte treinta mil pesetas para tres semanas.

El primer destino y uno de los últimos antes de volver a casa Era Amsterdam. Entonces cuanto más dinero ahorrábamos más podíamos fumar, aparte de pintar claro.

Había que ahorrar el máximo posible. Eso conllevaba robar comida o vagabundear. Intentábamos viajar de noche para dormir en el tren y si no pues dormíamos en la calle.
En los primeros interrailes nunca hubo ni hotel ni albergue ni nada porque ni siquiera pensábamos en eso. Era vivir en la calle. ¿Qué pasaba con esas 30.000 pesetas? Desde Barcelona pasábamos por Francia, pintábamos, pero nuestro primer destino era Amsterdam. El primer destino y uno de los últimos antes de volver a casa. Entonces cuanto más dinero ahorrábamos más podíamos fumar.
En cuanto a la pintura, los botes de pintura, creo que en todos los interrailes, pero en especial en los primeros los llevábamos desde aquí. Íbamos cada uno con un carrito de la compra lleno de botes y claro piensa como era mover esos botes por toda Europa.
Nuestro punto de encuentro siempre eran las consignas de la estación central de donde ibas. Ahí en las consignas guardamos los botes, la ropa… todo lo que llevábamos y cada vez que necesitábamos pintura volvíamos a las consignas. Abrías, cogías y te ibas a pintar.
Pintábamos nada más pasar la frontera y pintamos por todos lados, no es como hoy día vas a los sitios escogidos. Nosotros íbamos y según veíamos, parábamos y pintábamos. No teníamos más información.
Fue nuestro primer viaje al extranjero, donde a lo mejor parábamos en 5-8 ciudades diferentes. Todo era nuevo.

Contactos

Sobre este tema, te diré que hemos pintado alguna vez con gente, pero te diría que en el 80, 90 o incluso el 95% de todos los viajes hemos pintado solos desde los primeros interrailes hasta el último viaje.
Y eso es así porque de esa manera todo es más tuyo. Lo vives y lo sientes cómo es realmente. Si te llevan o te dicen, o te ayudan, no lo vives de la misma manera. Lo que nos mola es que sea nuestro.

Siempre ha sido muchísimo peor la policía fuera de España, pero pintar fuera tiene una cosa muy buena para los escritores españoles: el número de trenes que tienen en las cocheras. El número y el tamaño de las cocheras.

Policía y cuerpos de Seguridad

La policía del extranjero desde siempre y hasta el día de hoy ha sido más estricta que la de aquí. Quizás porque el graffiti empieza antes en esos países, y las leyes son más estrictas. No hay tanto “cachondeo”, como aquí en España.
Eso podría parecer peor, pero pintar fuera tiene una cosa muy buena para los escritores españoles:

-El número de trenes que tienen en las cocheras.

-El número y el tamaño de las cocheras.

No hay comparación entre el número de cocheras que tiene por ejemplo Francia, Alemania o Italia y el nuestro.
Aquí un escritor está acostumbrado a ir a una cochera donde hay un tren o cuatro, y fuera llegas a una cochera enorme que tiene, no sé, 10 o 15 trenes… todo es muchísimo más fácil y mejor.

Catalunya

Desde que tengo uso de razón para esconderme de la policía ha habido 3 cuerpos distintos actuando en Catalunya.
La Guardia Civil no tenía información, no sabían aún qué hacía un escritor, por donde se iba, por donde llegaba, por donde entraba, que hacía, que no hacía o las horas que estaba. Ellos hacían la ronda porque les tocaba y pasaban con el coche tranquilos sin buscar a nadie, pero el miedo del escritor nos hacía correr, a lo mejor sin necesidad. La Guardia Civil si te daba marrón, era cosa sería. Se mataban a hacer su trabajo, si hacía falta cortaban las carreteras y te esperaban, etc…

Luego vino la Policía Nacional que ya tenía más información y había aprendido. La nacional son buenos, se mataban por hacer su trabajo también pero ya empezaban a tener otro tipo y volumen de trabajo. Aparte de que la policía ha ido ganando experiencia con el tiempo.
Quién ha ido aprendiendo todos estos años ha sido la gente de Renfe, la gente de metro, y la gente a quien le han pintado, que son los que han dado parte y han hecho denuncias.

En Madrid desde siempre ha habido una pasta increíble, un derroche brutal y posiblemente malversaciones de fondos… Sobra policía y sobra seguridad, por eso es más difícil pintar.

España y los trenes

Esta es mi opinión en base a lo que he vivido. Lo primero es que Barcelona es una ciudad muy liberal, como Amsterdam o Berlín. Siempre hay ciudades y ciudades, no es lo mismo Berlín que el sur de Alemania. Van a ir a muerte a cogerte en todas, porque no te dejan pintar pero hay sitios más propicios.
Para el caso, Barcelona es Berlín y Madrid es el sur de Alemania. En Madrid desde siempre ha habido una pasta increíble, un derroche brutal y posiblemente malversaciones de fondos en los cuerpos de policía, en los de limpieza, en los de seguridad…
En Madrid, por ponerte un ejemplo, en un barrio -sin contar el centro- pueden haber cien policías y aquí en Barcelona en un barrio a lo mejor hay 20. Sobra policía y sobra seguridad, y por eso es más difícil pintar.
Hay una cosa en cuanto este tema donde se puede contrastar un poco entre España y el extranjero respecto a las cocheras. En España fuera de Barcelona o Madrid hay muchas comunidades pequeñas, eso quiere decir que hay muchos pueblos pequeños y en ellos a lo mejor hay un tren. Un tren, en un pueblo donde no pasa nada. ¿Qué pasa si un seguridad se cruza y dice “a mí no me pintan”? Pues que no se pinta, es un marrón. Esa es la gran diferencia con el resto de Europa: una cochera donde hay un tren o una cochera donde hay 10 o 15 trenes y está en medio de la nada, en el campo.

Yo empecé a viajar con el graffiti, y en esos años no se viajaba. Así que ser la pareja de un escritor que sabe moverse, improvisar o sobrevivir era muy guay… Con el paso del tiempo, esa percepción cambia.

Bola de Drac, fusiones y trenes de infarto

En el 97 mi amistad con Meot está su punto álgido y empezamos a “hacer fusiones” como en Dragon Ball. Pintábamos vagones, end to end, y medio vagones, con frases. Él con su estilazo marcaba y yo rellenaba y trazaba o rellenaba y hacia fondo. Nos entendíamos tan bien que llegó un momento que no teníamos que hablar. Eso en 1997 no era muy común.
Después del primer interrail, el grupo estaba más unido que nunca. Volvimos muy diferentes, ganamos en volumen de piezas, en estilo y en limpieza.

Pintar trenes me aporta lo mismo que le pueda aportar a un tío el deporte extremo. Es una pasión o una afición que me hace viajar, me hace ganar y aprender una serie de valores increíbles para el futuro, como puede ser la fácil adaptación a cualquier lugar y situación.

Relaciones, familia y graffiti

Yo he tenido solo una única relación estable que duró 14-16 años, y con la que comparto un hijo. Al principio, cuando eres más jovencito, a tu pareja le puede parecer bien lo de pintar trenes, pero eso fue cambiando.
Yo empecé a viajar con el graffiti, y en esos años casi nadie viajaba. Así que ser pareja de un escritor que sabe moverse, improvisar o sobrevivir era guay. Más de una vez he estado pintando en una cochera y mi ex mujer a mi lado. Con el paso del tiempo, esto se convierte en un “no me gusta, no quiero que lo hagas, es una cosa de niños”.
Pintar trenes me aporta lo mismo que a un tío el deporte extremo. Es una pasión o una afición que me hace viajar, me hace ganar y aprender una serie de valores increíbles para el futuro, como puede ser la fácil adaptación a cualquier lugar y situación. La supervivencia. Eso, si no viajas o no has viajado de joven, estilo vagabundo no lo vas a aprender nunca. Yo me podría ir solo a cualquier parte del mundo con más o con menos dinero, pero me adaptaría y sobreviviría.

Estábamos viajando por la noche en un vagón lleno de gente por Francia y me dicen “¿a que no tiene huevos?” Cogí el spray de pimienta y lo vacíe en el vagón. Eso remató un poco el viaje.

1998

El 98 es un año importante para mí, porque aunque no llega a ser mi cochera, pasé muchos años en Cerdanyola Universitat. Creo que en el 98 la hicieron en línea y a partir de ahí empiezan los saltos a diario. Terminaba de trabajar, quedaba con un amigo e íbamos “al salto”.
Ese año también fue el del interrail con Vino y SIOC, un viaje en el que yo no era bienvenido.
También es verdad que yo venía un poco de la PDM y aún me quedaban restos de locura. Íbamos Kaze, Vino, Sioc y yo. Creo recordar que alguien prefería que no fuera, pero fui.

Una de esas noches, no recuerdo porqué, pero sé que estábamos viajando por Francia, de noche, en un vagón lleno de gente y me dicen “¿a que no tienes huevos?” Cogí el spray de pimienta y lo vacíe en el vagón. No sé si fue eso, pero llegó un punto en el que nos separamos en el interrail. Lo cierto es que nos separamos y tuvimos la suerte de encontrarnos en Copenhague con otros escritores de Barcelona y Valencia. Nos encontramos a las puertas de la cochera con los BTS (Sire, Nice, Spy) y Esik.
Ese fue el marrón y pillada de mi historia.

Copenhagen 1998

La cochera era Holte. Era de día. Estábamos todos pintando y, de pronto aparece, en lo alto de un puente el jefe de policía de ese pueblo, y nos dice: “Good morning”.
Corrimos vías hacia adelante. Nunca he visto un marrón como ese. Empezaron a salir policías de todos lados, se habían escondido entre las vías, por fuera de la estación. Había coches por todos lados. Estaban bien preparados. Huíamos por dónde podíamos, parecía el típico marrón de las películas americanas donde la gente van saltando de casa en casa, de jardín en jardín. Spy y otro por un lado, los otros por otro lado. Te escondías y veías súper lejos correr a otros dos con la policía detrás. De repente te venía un madero al escondite y tenías que volver a escapar. No sé cuánto rato estuvimos, pero estábamos rodeados. Al final nos cogieron a cuatro: Sire, Nice, Kaze y a mí.
Fue la primera vez en mi vida que me cogen y la falta de experiencia hizo que yo reconociera que estaba pintando.

Después de cada interrail, de un viaje cómo éste, aprendes y pintas mucho. Ganas en saber trabajar mejor, vuelves mucho más fuerte, con mucho más conocimientos y continúas pintando a tope, aunque después de este, obviamente no gustó mucho que me autoinculpase.

Evidentemente desde entonces y siempre que te cogen, cualquier escritor lo niega todo. Yo lo aprendí ahí y desde ese marrón para mí es algo sagrado. Yo no dije nada de los otros, pero al reconocer que yo había pintado…
Nos llevaron detenidos una noche.
La diferencia entre España en ese momento y esto era que aquí aparte de tratarte mal, te daban un paquete de 4 galletas María envueltas en un papel azul donde ponía policía. Lo sé porque lo he vivido.
Sin embargo en este marrón, nos trajeron unas pizzas recién hechas para cada uno, nos dieron de beber y unas mantas. Todo estaba limpio.
Recuerdo que había algún tag de algún escritor dentro del calabozo.
Lo bueno de esa época es que no te hacían pagar, te decían que tenías que irte del país en X horas, y que los problemas los tendríamos si volvíamos.

Metro de Barcelona

Al volver noto que algunos me excluyen, pero la alianza con otros de mi grupo se vuelve más fuerte.
BTS son uno de los grandes escritores de trenes de la escena de Barcelona. Algunos de ellos están y han estado súper activos, pero todos son grandiosos. Han hecho muchísimo y en especial Sire. Ellos fueron los que dieron caña al metro después de estar tantos años muerto. Sire es por ejemplo quién descubrió, entre otras, Vall D’ Hebron. Había estado toda la vida ahí y nadie le había hecho ni caso.
El hecho de que se me excluya es una pena para mí, porque otros de mi grupo van a pintar metro con BTS. Así que una vez más, como quería pintar, me tuve que buscar la vida. Empecé a pintar metros solo.

Lo más importante de esta etapa es que Meot, desaparece para el graffiti. Se mete en movimientos revolucionarios, manifestaciones antisistema y el mundo de la okupación. Se mete en un mundo de lucha contra el Estado.

Me quedo sin él, y es cuando empiezo a bajar al metro solo. Esto sería de agosto a diciembre del 98, o quizás principios del 99. No fueron muchas veces, quizás sólo tres o cuatro porque entonces en mi vida aparece Nami, cuando aún no era lo grande que fue después.
Él fue quién me enseñó a meterme al metro, a saltar los nuevos sensores, porque entre la época dorada de los BTS y ésta hubo una transición importante en el sistema del metro. TMB buscaba medidas para que no pintáramos y con los sensores consiguieron que se frenara un poquito. Pero Nami me enseñó ameterme en Fondo. Todo el mundo sabe que es un saco sin salida, pues nos metíamos ahí y estábamos dos horas pintando a oscuras. Lastima que no existía la “base agua”.

El “base agua” es una revolución mundial, al menos en Europa que es donde más se pinta en el metro o en túnel. El bote se creó para los artistas, pero hoy en día es el bote de los escritores de metro. Hacerte una pieza a lo mejor cuesta tres veces más, sobre todo si pintas grande, pero por lo demás son ventajas por todos lados. No deja olor, y si hay una ronda y ven el vagón pintado si no huele no saben de cuándo es.

En esta época creo que OTP, fueron los primeros en dar palancazos en el metro.Era una técnica muy loca. Tirar de la palanca, parar el metro y pintar en el andén. Tampoco es que hiciéramos muchos, pero los hicimos.

Nos plantamos en el 2000. No es que se dejara de pintar pero sí que se pintaba menos. Era más fácil que antes, si pasabas el sensor sin que te tocase, podías estar dentro lo que quisieras. Estuvimos una buena temporada dándole bien al metro prácticamente los dos solos.
Esto hace que se me empiece a ver de otra manera. OTP ha sido y es un grupo muy compacto, pero me doy cuenta de que he ido mucho solo. Eso me ha llenado de valores: no ser egoísta y a ser autosuficiente. No quiero decir que no necesite a nadie. Siempre se necesita a alguien. Quiero hacer las cosas con amigos, pero puedo hacerlo solo.
Esta situación de medio exclusión, hace que empiece una relación con otra gente y que se fortalezca mi relación con otra gente y esa gente es la gente de Madrid.
También quiero recalcar que en esta época creo que OTP fuimos los primeros en dar palancazos en el metro. Era una técnica muy loca. Tirar de la palanca, parar el metro y pintar en el andén. Tampoco es que hiciéramos muchos, pero los hicimos.

Hoy en día un palancazo tiene muchísima más repercusión en las noticias. La tele lo utiliza como arma contra el graffiti. No lo defiendo, y desde hace un montón de años, no lo hago ni loco. No me gusta. Hace años que me gusta pintar tranquilo. Esto lo veo como cosas para hacer en tu juventud, aunque respeto máximo a quien lo quiera hacer. Tampoco es que puedas hacerte algo bonito, pero bueno…
El 2000 fue la época de los palancazos en todos lados y a partir de ahí se exportó a nivel europeo. Se han ido haciendo de una manera efectiva, hasta el punto de prepararlo bien y poder hacerte un wholetrain.

Mi primera conexión con Madrid como dije en la 1ª parte fue en el 94 en el viaje con el Caos. Pero después el 2000-2001 mi conexión principal con Madrid fue Zant, un gran enfermo del metro, que vino aquí en la época que yo estaba también activo en el metro. Un día me dijo: “Fose vente a Madrid a pintar metro” y fui. Ese fue mi primer viaje a Madrid solo a pintar metro con Zant, Fose y Lose, (D.E.P.) Esa fue mi primera conexión, con la Liga fuerte en el metro de Madrid. En ese viaje conozco más a fondo a todos los TVE que son los creadores de Cebovideo, Wayne Deon, Buda etc..

Videos: Dirty Hands, Only Trains y Bajo Tierra

Los videos de graffiti ilegal, en España tienen como referente a los Dirty Handz. Unos videos que elevaron el graffiti ilegal, no a nivel francés, sino a nivel internacional. Opak fue el primero en hacer vídeos de graffiti de verdad. Los Bajo Tierra hicieron algo parecido aquí.
El Only Trains se hizo en el 99. Creo que fue el primer vídeo nacional en VHS solo de rulos y pintando trenes. Era un vídeo lleno de hardcore valenciano, Thunderdome, que otra vez fue muy criticado, pero que crió a una buena parte de una generación. Sin embargo, el bombazo total llegó con los Bajo Tierra.
Los Bajo Tierra empezaron en el 2002 y fueron el primer DVD de graffiti nacional. Realmente muchísimos escritores han crecido y siguen creciendo con esas grabaciones. Creo que casi todos los que pintan metro de dos generaciones después de la mía, pintan gracias a esos video. Mucha gente nueva empezó a ver cómo se podía entrar al metro, porque no lo sabían.
Esa información tarde o temprano iba a saberse y a día de hoy no es tan relevante porque el sistema ha cambiado y se han creado nuevas líneas y cocheras.

Había una vez… una cochera a la que no voy a nombrar

Esta cochera fue un antes y un después para mí en 99-2000. En tres meses llegué a hacer 70 paneles, saltos de entre 20- 40 minutos. Al estar al lado de casa, en una época en la que estás todo el día en la calle con los colegas, en la plaza, fumando… esta cochera se convirtió en un punto de reunión. Todos mis colegas se regalaban viendo como pintaba o incluso a algunos se le iba la olla y se ponía sin miedo a manchar. Esa cochera forma parte de mí.

La noche más fría de mi puta vida. Recuerdo una vez estar en el sur de Suecia a -17 grados y poder llegar a pintar. En Nueva York no sé a cuántos grados estábamos, pero pintar fue infierno.

Lleida-Pirineos

En 2001 descubrí (ya estaba descubierta) uno de los sitios que más me han marcado: Lleida-Pirineos. No sé porque más gente no pintaba allí. Tengo familia en Lleida, y justamente vivían al lado de la estación y durante un montón de años fui a verlos casi cada fin de semana. Bajábamos andando a la cochera, caminábamos por las vías hasta el tren y pintaba.
Tampoco sé, si en el 2000 había alguien que pintara trenes allí. Creo que el graffiti en los trenes en Lleida viene bastante más tarde, pero es un sitio donde he gozado y he hecho buenos graffiti.

El 2001 es también importante para mí porque Seben se vuelve a enganchar al mundo del graffiti después del parón que tuvo por un problema legal. Desde su vuelta ha estado activo hasta el día de hoy y hemos ido juntos a todos lados.

2005, Nueva York

Esto fue un sueño hecho realidad, cuando todavía los viajes como este eran un sueño porque no era tan fácil ir.
A Nueva York he ido dos veces, la primera para pintar y la segunda de vacaciones con mi ex mujer. La primera fui con Secret, Deón y Danek, todos de Madrid. Allí pintamos el modelo actual, el de acero inoxidable y el R33 el “red bird”. Fue la noche más fría de mi puta vida. Recuerdo una vez estar en el sur de Suecia a -17 grados y poder pintar. En Nueva York no sé a cuántos grados estábamos, pero pintar fue infierno.

Familia, accidentes y otras vueltas de la vida

A la vuelta de este viaje, al poco tiempo me empezó a dar por practicar el Enduro, el motocross, y a los seis meses me rompí las dos rodillas.
Gracias a esto, y obviamente tras una recuperación de casi un año, cambié de profesión. Romperme las rodillas, me calmó bastante. Empezó el mundo de las hipotecas, y la vida familiar. Aunque todo eso no frena el graffiti, toda esta etapa hasta mi separación se caracteriza por el mundo de las hipotecas, y la vida familiar. En 2008 nació mi hijo, dejé mi trabajo en el que llevaba 12 años y que representaba una estabilidad económica, cambiamos de hipoteca, vendemos una vivienda, nos vamos a otra y me pongo a estudiar en una escuela de pago audiovisuales.

El primer día que fui a pintar casi me cogen, y el segundo fui a intentar acabar y me cogieron. Gracias a eso, aprendo como funciona esa cochera desde dentro cuando hay un aviso “especial grafiteros”. Posiblemente es la única cochera de toda Barcelona que tiene un aviso y que en menos de 10 minutos están todos en su sitio.

2016-23: soltero de oro

Soltero de oro no, pero me separo y del 2016 al 2023 es una de las etapas más fuertes de mi vida pintando graffiti, todo eso sin dejar a mi hijo, el trabajo, etc. Las responsabilidades siempre están primero, pero explota un poco mi enfermedad por pintar.
Recuerdo que el primer año fue cuando más muros ilegales pinté por el barrio y todo ello sin dejar de hacer trenes. Eso fue así hasta que pillaron.

Eso que parece algo malo, en realidad no lo fue. Obviamente me tiene apartado de los trenes casi un año por recomendación de mi abogado.
Fuera del país sí que pintaba, pero esto significó un antes y un después en mi manera de pintar, porque me cogieron por hacer las cosas sin pensar y a partir de ahí le puse remedio.
La cosa fue así: fui un día a pintar y casi me cogen. Fui otro día a intentar acabarlo y me cogieron. Gracias a esto veo y aprendo como funciona esa cochera desde dentro cuando hay un aviso “especial grafiteros”. Posiblemente es la única cochera de toda Barcelona que tiene un aviso y que en menos de 10 minutos están todos en su sitio.
A partir de ese momento, sabiendo eso y haciendo las cosas bien, me he librado de unas cuantas. Empiezas a vigilar antes, durante e incluso toda la noche. Días antes si es necesario. Vigilas para ver quién hay, quién no está, qué hace y qué no. Así he conseguido conocer la situación desde lejos.
Es un sistema sencillo: vigilar, poner un ficha y usar base agua, da igual si es interior o exterior.
Con este procedimiento consigues no quemar el sitio, y no tener “marrones”.
Cuando todo se soluciona y tras casi un año apartado sin pintar en mi ciudad… Todo explota, porque no había pintado hasta entonces, pero había estado mirando cosas.

Hemos hecho un poco lo que se hacía en NYC en los 70 y pico, fusiones entre gente, temáticas, muñecos y colores por todos lados. Haciendo las cosas bien, sin pagar a nadie. Nosotros solos.

Desde 2019 a 2023 he estado pintando y haciéndome unos vagones y unos end to ends de entre 1,30 a 3 horas. No es un secreto, mucha gente sabe cómo y dónde lo he hecho. La cosa es hacerlo bien, hay que gastarse el dinero, hay que invertir un tiempo y no puedes ir tú solo.

Quién me iba a decir a mí después de estos 30 años, y en 2020-2023, con la edad que tengo y cómo está todo, se iba a poder pintar cómo se está haciendo. Vagones bonitos, no, lo siguiente.