Venga, ya estamos de vuelta y con nosotros un nuevo episodio. Esta vez a cuatro voces, porque los invitados son la pareja Woke (IAO) de Barcelona y Cekor (SOF) de L’Hospitalet. El marco temporal son los 90’s. Su historia peculiar. Solo podemos decir que lo que ha unido el graffiti no lo separa ni Murcia. Del otro lado, pero del mismo bando Hen y Musa71.
Desde los primeros tags hasta el auge de los trenes y los momentos de mayor riesgo, nos cuentan cómo el graffiti los marcó para siempre. Pero, ¿qué los hizo dejar atrás esa vida? No te pierdas su historia de endorfinas, metal y decisiones que lo cambiaron todo.
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Orígenes
Woke
Empecé en 1989-90, cuando tenía 11 o 12 años. Mi hermano era escritor, pero a los 4 o 5 dejó de pintar, mientras yo seguía y me dedicaba a pintar cada más intensamente.
Al principio fueron 4 tags como picaduras de mosca, mientras iba con el monopatín de aquí para allá, pero nunca pintamos juntos, porque cada uno tenía sus propias pandillas.
En el barrio, el más conocido de ese momento era Reks de AVT, aunque había mucha más gente que pintaba.
Mi compañera de aventuras al principio fue Nace, una amiga del barrio. En esa época habían pocas chicas, pero en ningún momento sentí que hubiera desplantes o problemas, al menos al principio. Queríamos pintar y divertirnos. Y en mi recuerdo siempre fuimos bienvenidas.
Mi primer tag fue CIO, pero en seguida empecé a escribir Woke y todo el mundo a día de hoy me llama así. La verdad es que no recuerdo de dónde sale el nombre.
Cekor
Yo también empecé en 89-90, tenía 15-16 años. Yo empiezo con un compañero de instituto, en L’Hospitalet, en La Florida.
Yo iba a la escuela industrial y recuerdo ver a mi amigo Fart escribir algo en una papelera. A partir de ahí, fue comprar rotu, sacar firma y adelante.
Mi 1º firma fue Knoch. No entendía lo de los nombres y para mí eran todo nombres raro, así que duró poco, unas semanas como mucho. Algún tag con el linterna y poco cosa más. No recuerdo como salió Cekor, la verdad.
Yo no tengo casi ninguna foto de esa época porque cuando me pillaron en el metro, me retuvieron en la Comisaría de Plaza Catalunya. Mi madre vino a buscarme y cuando llegamos a casa estaba alteradísima y lo tiró todo. Yo tenía la habitación empapelada de fotos, bocetos, míos y de otra peña. Todo fuera.
En el 94, ya estaba poniendo Sei, aunque todo el mundo me seguía llamando Cekor.
Mi amigo me activó pero eso me hizo ver otras cosas en el barrio. Por aquel entonces estaba el grupo ZD y nada más conocerlos, desaparece y se convierte en MSC (Masacre Crew). El más puntero y que aguanto en el grupo fue Shok. Así que me quedé solo, haciendo firmas y piezas.
Mas tarde se creo SOF que es un compendio de grupos de L’Hospitalet Norte (HPN, PBC…) y al final me metieron en el grupo en 1994.
Yo no tengo casi ninguna foto de esa época porque cuando me pillaron en el metro, me retuvieron en la Comisaría de Plaza Catalunya. Mi madre vino a buscarme y cuando llegamos a casa estaba alteradísima y lo tiró todo. Yo tenía la habitación empapelada de fotos, bocetos, míos y de otra peña. Todo fuera.
Volvió a hacer lo mismo años después. Cuando me fue a vivir con Woke dejé mi habitación tal y como la tenía, con todo mi material. Mi madre decidió que si lo había dejado es que ya no me interesaba y lo tiro. .
He recuperado cosas gracias a Spy, Lier y Bogart, que me las regalaron a pesar de lo caro que era revelar carretes.
Primeras piezas
Woke
Recuerdo ver a mi hermano y lo que pintaba, y los murales del barrio, y los de Lesseps. La zona del parquecito de Alfonso X a la que llamábamos el Bronx, estaba toda pintada y era como un laberinto de callejones. Era muy emocionante y nos animaba a ir a cada jam, para conocer gente y otros sitios.
Lo que me motivaba era interconectar con la gente. Eso es lo que me hacía mover, pintar y viajar.
Mi primer grupo fue IAO.Girasol. Lo empezamos Nace y yo. Luego entraron Soda y Otra. Más tarde Eire, Musa e incluso Pie, que estuvo un tiempo… Pero era un grupo de chicas, eso le daba fuerza.
Mi 1ª pieza, fue un plasticazo en la pared del cotolengo de Horta y la hicimos entre las dos.
Yo tenía un museo en casa, era una coleccionista de mil cosas, de botes, señales del metro, etc… Y muchas fotografías.
Cekor
Mi primera pieza la hicimos a 6 manos en la pista de basquet de La Florida. Éramos 3 y cada uno hizo una letra. Sherp, Draps (ARS, más conocido por la música) y yo.
La pared estaba virgen y pintamos sin problema. Esa sensación de tranquilidad y de no estar haciendo nada malo duró un tiempo.
La siguiente pieza fue en la pared del instituto de EGB, y la pintamos a plástica. Recuerdo que delante había algún bar, pero nadie nos dijo nada, no se veía o no lo sentían como una agresión.
También en L’Hospitalet y en ese momento, la policía tenía otros problemas de los que ocuparse y el graffiti no era uno de ellos.
Encuentros, desencuentros y multas
Bombardear el metro era divertido y fácil. Recuerdo que muchas veces les decíamos a la gente “ apártese señora” para poder firmar, y la gente respondía bien. Woke
Woke
Bombardear el metro era divertido y fácil. Recuerdo que muchas veces les decíamos a la gente “ apártese señora” para poder firmar, y la gente respondía bien. También lo hacía con mucha educación.
A mí me han pillado unas cuantas veces, pero como era menor, los castigos eran en plan trabajos comunitarios, multas e incluso alguna noche durmiendo en el calabozo.
Cekor
A las 3 semanas de empezar a pintar ya formaba parte de MSC. Quedaba mucho con mi grupo y empecé a bombardear muy rápido. Con 16 años trabajaba en una farmacia en Lesseps, y lo compaginaba con el instituto. En ese barrio había mucho tag, de Sendys, de Inupie… Yo vi todo eso y lo intenté trasladar a Hospi.
Bombardear en el metro fue algo inmediato, porque en el grupo Saoc se dedicaba a ello. Me enseñó cómo hacerlo, dónde, cuándo y lo puse en práctica, pero tuve la desgracia de que me pillaron muy pronto.
No dejé de pintar, pero tuve la mala suerte de encontrarme con dos “seguridad”, uno de ellos violento. Ya me habían pillado tres meses antes, pero eso quedó en arresto domiciliario. Esta vez me pillaron en el transbordo de Plaza de Sants, de la línea roja a la línea azul. Yo acaba de cumplir 16 y el seguridad me dio una paliza. No un palizón, pero sí sangré.
Cuando vi que nos iban a pillar, tiré el rotulador al túnel, pensando que no iban a ir a buscarlo. Pero sí fueron, y al tío le dio tanta rabia que me golpeó en la cabeza con la linterna. Fue una mierda, pero gracias a eso y al informe del forense quedé absuelto. El seguridad ya tenía antecedentes violentos y lo echaron del curro.
Nunca nos ha gustado la policía pero en esa época la policía nacional no tenía nada de simpatía hacía los Protecsa, y se pusieron de mi lado.
Colarse en el metro, lo carretes del schlecker y otras formas de buscarse la vida
Woke y Cekor
Cekor- Es que las carencias en esa época eran tantas, que tenías que elegir en qué invertías el dinero. Querías, pintura, música, etc.
Yo había conocido a muchos golfos de barrio, pero de Eddie me llamó la atención es que era travieso, y lo llevaba a límites insospechados, para bien y para crear confusión.
Eddie iba a dejar los carretes en el Schlecker y cuando los iba a recoger, organizaba caos y con el despiste se llevaba las fotos gratis. Empezó a hacerlo para sus fotos, pero luego lo hacía también con los carretes de los demás. Nos pedía los carretes y nos conseguía las fotos.
Woke: Yo acompañé a Eddie a Badalona a hacer eso porque claro, tenía que ir cambiando de Schlecker. También hacía unos billetes falsos, muy trabajados. O había gente que robaba las llaves de la cabina del tren y así viajábamos. Eso también lo hice con Eddie.
Cekor: Mi compañero de clase, era un máquina haciendo unas tarjetas falsas muy bien hechas y esas 500 pesetas te las ahorrabas. Tarjeta hecha con papel de aluminio. Eso lo usabas cuando ibas solo, porque cuando ibas con la fuerza de grupo no te hacía falta.
Trenes
Woke
Empecé en el 93, no recuerdo cómo, ni cuándo ni con quién pero sé que una vez que pinté no podía parar. Hasta que dejé de pintar que fue en el 95 me hice unos 50 trenes.
Si recuerdo el día que decidí no pintar más trenes, porque nos cogieron en Murcia y el segurata me apuntó con la pistola. Ahí fue cuando pensé que no quería arriesgarme más.
Pero mientras duró fue muy divertido y todo para mí giraba en torno a los trenes. Cogía los mapas y buscaba las cocheras, cómo entrar, etc..
En esa época no había coches así que íbamos en tren y dormíamos al lado de las cocheras. Pintábamos el finde y después nos reuníamos entre semana para planear el siguiente fin de semana. Íbamos con quién iba a pintar, nos movíamos con todo el mundo. Nos movíamos con mucha gente variopinta, si no íbamos con unos, íbamos con otros. Con quien propusiese el plan, porque nos conocíamos todos.
Nos reuníamos en diferentes sitios pero muchas veces en el Game Over y allí se montaban los planes del fin de semana. Nos dividíamos las cocheras, por así decirlo.
Para mí, los trenes no sólo era pintar, sino la búsqueda, y la aventura.
Anécdotas hay mil. Recuerdo que una vez vinimos a Lleida, y en ese momento Lleida no existía en “los mapas” de la gente de Barcelona. Llegamos y nos encontramos con la niebla y la humedad. Teníamos que secar los trenes para poder pintarlos.
Para mí, los trenes no sólo era pintar, sino la búsqueda, y la aventura.
Krash también estaba en todas, y se las ingeniaba para saberlo todo.
Cuando salíamos a otras ciudades, como Murcia (Las Aguilas) o Valencia, Lorca éramos Spy y yo quien mirábamos todo.
Era una aventura, nosotros solos y sin contactar con locales.
No había mucha vigilancia en esa época pero aún así algo había. Lo que hacíamos era siempre lo mismo: vigilábamos por turnos, en el morro del vagón, y si veíamos que estaba más chungo, se ponían dos de nosotros a vigilar. Uno en cada extremo.
Tengo el recuerdo de una vez con Eddie en una cochera de trenes abandonados que estaba por Lleida, y fuimos a pintar y se nos hizo súper tarde y pensábamos que íbamos a perder el tren de vuelta. Hicimos autostop y le dijimos al tipo que teníamos mucha prisa. El tío sube la música, y acelera. Llegamos a tiempo.
En realidad dejé de pintar trenes tras lo de Murcia, pero seguí pintando más o menos hasta el 98-99 lo que era otro concepto de graffiti. Nada ilegal ni asociado al vandalismo.
Algunas veces lo echo de menos pero es que lo me gustaba era toda la atmósfera, la escena social. Me encantaba pintar pero sobre todo el tema de socializar, la adrenalina, las endorfinas.. Yo creo que podría volver pero de otra forma, para recuperar más el tema social.
Cekor
En el parque donde parábamos, había un semáforo donde paraban los trenes y saltábamos a hacer contornos y firmas. Desde allí veíamos piezas de PH y de gente de Hospi pero el subidón no vino hasta el 94.
Mi primer tren lo pinté en Vic, en 1994 con Spy, Flash, Lier (SoF), Danise y un joven Sire, que ya apuntaba maneras. Tuvimos problemas y salimos corriendo, aunque fui el único que lo acabó.
Lo que pasó es que se acercó un personaje extraño, que Danise se encargó de espantar. Al poco, aparecieron las luces de los coches. No nos cogieron pero corrimos bastante.
Fuimos en tren, incluso en la época de los wholecars hasta que primeros cante de conducir. Así como Woke era de las que investigaban, a mí siempre me llevaban. Siempre fui de invitado.
Antes Hospitalet no era como Barcelona, no había nada que hacer por la noche. Así que no había excusa si nos veían a unos cuantos chavales andar por ahí cargados con mochilas.
Recuerdo una vez, que íbamos una noche entre semana a entrar en la cochera. Un vecino nos vio y no le gustó. Estábamos Zoser de BTS, Melo, Tone y alguno más. Seguramente el vecino sospechó algo peor que lo íbamos a hacer realmente, y tuvo la suerte de encontrarse a un coche de poli, justo al cruzar el puente de las vías, y nos señaló. Melo, que no le había quitado el ojo al vecino, lo vio todo y nos avisó. Empezamos a correr por el barrio y nos metimos por Can Serra. Ellos sabían hacer su trabajo y nos localizaron. Hubo una estampida, por sitios donde el coche no puede pasar, y acabamos en La Campsa, escondidos entre los matorrales. Escuchamos la radio y vimos la linterna. Dos empiezan a correr, la fuga es desordenada. Yo tropiezo con un poste de luz, y el policía nos dio el alto. Me cogen, me meten en el coche y cogieron todas las mochilas. No me dejaron decir nada.
Creo que se pensaron que habíamos robado. Al final, me permitieron hablar. Saqué una tarjeta de decorador. Les expliqué que trabajaba de eso y que esa pintura de curro.Y al final me devolvieron todas las mochilas. De vuelta al barrio, los veo a todos magullados y echos polvo. Teníais que ver las caras cuando les devolví las mochilas.
Viajes
Las IAO nos movíamos mucho, íbamos a todo lo que podíamos.
Woke
Yo iba a todos los viaje que podía. Estuve en “ Qué Punto de Fiesta” en Alicante, también estuve en Madrid. En Dortmund, Perpignan…
Lo de Dortmund fue muy guay, con break, graffiti, música. Fuimos en viaje en autobús. Kami lo organizó desde Madrid, pasó por Barcelona y nos recogió. Un viaje larguísimo. Conocimos a los Reyes del Mambo. Recuerdo que yo tenía un pin de una válvula y a la peña le moló mucho. Dormimos en una zona que nos dejaron dentro del jam, un poco cutre, pero fue divertido.
Cekor
Yo viajé menos pero estuve en Perpignan, en Madrid, y en Málaga.
Me fui a Málaga en el 95, con unos amigos que no pintaban y sin tener el contacto de nadie. Fui siguiendo tags, hasta que llegué al barrio de los LKP – uno de Sof me dijo que fuera a verlos-. Cuando llegué a una zona donde había muchas firmas, le preguntamos a un chaval y nos dijo que llamásemos al timbre de un edificio, en plan “llama al 5º 1ª. Toco el timbre y para mi sorpresa baja Rayka.
En seguida aparecen, Apa, Look, Ms1, toda la peña. Estaban activos pintando aunque también con la música. El más activo era Look, pero también estaban otros que llevaban menos tiempo pintando.
En el viaje apenas vi a mis amigos, porque estos me venían a buscar, nos pasábamos el día juntos. Pintamos unas 3 piezas, un plata y nos pasábamos las tardes como si estuviera en el parque de Hospi pero con ellos.
Hospitalet en los 90′
Cekor
Éramos muy ermitaños. Yo lo analizo desde la distancia y veo que se dieron los ingredientes para ser poco sociales. Una vez conseguías entrar en el círculo sí que éramos sociables, pero costaba.
No sé porqué, pero había muchos miembros del grupo con esa actitud y el resto le seguíamos. Siempre estábamos con las pullas que a mí no me gustaban, pero me las tuve que comer. No sé si había alguno que tuviera esa influencia sobre los otros.
También hay que decir que en el parque había mucha gente que no tenía que ver con el graffiti. No había gente mala, no había una intención chunga, pero eran duros. Había gente muy rápida, muy ingeniosa. La gente de L’Hospitalet Norte eran experto en eso.
Pintura
Woke y Cekor
Felton y Spraycolor. También robaba Dupli.
Pillábamos la pintura en varios sitios, Unicor y a veces en el Game Over pero pocas. En general, nosotros íbamos a Sanfer, con el que hicimos un trato, si traía sprays y nos los dejaba a buen precio, compraríamos ahí.
Ozono estaba en el barrio, pero no íbamos, quizás por ese comportamiento que teníamos de ser tan cerrados.
“Antes de cruzar el puente del Matacaballos”
Hace un par de años Cekor sacó un libro que se llama “Antes de cruzar el puente de Matacaballos”, que podéis encontrar en Amazon en este enlace. Donde cuenta su historia de cuando era pequeño y en eso entra el graffiti.
Cekor
Esto nace por unos intereses o inquietudes de más adulto, por allá en la década del 2000. Me empieza a atraer la pintura de estudio, empiezo a leer más, y con el tiempo, voy escribiendo notas en libretas para hacer el ejercicio de memoria. Con el paso de los años, veo que hay un análisis de barrio, y de graffiti y decido analizarlo desde la madurez, creo que hay un material interesante, para mí y material que no se había usado antes de esta manera y hacerlo de manera que yo agilice mi memoria.
Eso iba creciendo.
Como yo no quería hacer un ensayo, si que me interesaba la literatura, pero no creía tener tanto en mí, pero lo hago porque hay material muy guapo y me da para explicar esa aventura. Partiendo de las cosas reales, pero que a media que empiezo el libro empiezo a ficcionarla.
Empecé a pasarles los capítulos para ver qué opinaban a Fart y Che. Les molaron y les fui pasando más a medida que los tenía.